En 2005, durante la presidencia de Eduardo Rodríguez Veltzé, se promulgó la Ley No. 3170 que dice en el primero de sus cinco artículos: “Créase la cinemateca departamental de Cochabamba que desarrollará sus actividades dentro del ámbito y aplicación de las normas que rigen la Cinemateca Boliviana”. Hasta la fecha, esta ley no se cumplió y tras la derogación de dos artículos que otorgaban a título oneroso un terreno para la creación de este espacio, nunca más se habló de tema.
Esta semana, la Comisión Tercera de la Asamblea Legislativa Departamental creó, mediante una resolución expresa, un Comité Impulsor de la Ley de la Cinemateca de Cochabamba que, con la participación de cineastas, productores, docentes, funcionarios, gestores y periodistas culturales, inició este miércoles su trabajo en bien de la constitución de este espacio patrimonial, cultural y educativo para la región.
“La Cinemateca Departamental es un largo anhelo del sector artístico y cultural. Fue ya instituida a través de una ley nacional de 2005, pero desde entonces no hubo gran avance. Buscamos hacer realidad esta iniciativa con una nueva norma que facilite la creación de la entidad”, señaló el asambleísta Sergio de la Zerda.
El primer paso para ello, sostuvo el legislador, fue la creación de este comité multisectorial en el que se invitó a participar a Martín Boulocq, Sergio Estrada y Homero Rodas, en representación de los cineastas y trabajadores de la imagen; Fernando Mayorga y Andrés Laguna Tapia, a nombre de las universidades de los ámbitos público y privado; Alba Balderrama, como productora y gestora cultural, y los periodistas del área Santiago Espinoza y Cindy Soliz. La nómina la complementan el secretario de Planificación de la Gobernación, Guillermo Bazoberry; el jefe de la Unidad de Culturas, Roger Ferrufino, y legisladores de la Comisión de Desarrollo Humano de la Asamblea.
En su primera reunión, llevada a cabo de modo virtual por el contexto sanitario, la Comisión perfiló, de manera ideal, los diversos componentes que debería tener la Cinemateca de Cochabamba. Tales son, por ejemplo, una sección de archivo, digital y físico de imágenes en movimiento, fototeca y documentación sobre el cine boliviano; otra de difusión, para la proyección continua de filmes y videos; de educación, para la capacitación en la comprensión y creación del lenguaje audiovisual; de investigación, para establecer diferentes facetas y contribuciones del cine nacional; de museo, para la exposición de materiales como afiches y artefactos antiguos, y de socialización y encuentro, para la sostenibilidad de la entidad.
“Queremos ser ambiciosos en este proyecto, pero estamos conscientes de las limitaciones presupuestarias. Por ello, avanzaremos con lo que tengamos a mano, en especial comenzando actividades y perfilando la institucionalidad, así como en paralelo exploraremos posibilidades de financiamiento de la cooperación internacional”, acotó de la Zerda.
En ese marco, las primeras tareas que se ha planteado la Comisión son inspecciones a los probables espacios para la Cinemateca, como el señalado por la ley de 2005 en la zona de Sarco, así como el excine Ópera, un inmueble que pertenece a una repartición estatal de Justicia, pero con la que la Gobernación podría negociar un canje, en función asimismo de consolidar un recorrido cultural por el centro de la ciudad, donde ya funciona la Casa de las Culturas y la Universidad Mayor de San Simón tiene proyectos para otros espacios.
Antecedentes
El 27 de septiembre de 2005 se realizó la promulgación de la Ley No. 3170 que decreta la creación de una Cinemateca en Cochabamba. El artículo 2 de la señalada ley expresa “la transferencia, a título oneroso […] del inmueble del ex Fondo Complementario de Seguridad Social de Caminos, ubicado en la avenida Los Alamos N° 264 de Villa Busch km 3,5 de Blanco Galindo, con una superficie de terreno de 784,82 m2 y 311,74 m2 de construcción, con destino a la Cinemateca Departamental de Cochabamba”. Sin embargo, éste y el atículo 4 fueron derogados por la Cámara de Senadores en noviembre de 2018 porque "se pudo evidenciar que el destino del lote no fue concretado y que las instituciones involucradas como la Gobernación y el Gobierno Municipal de Cochabamba nunca se hicieron cargo ni cancelaron el costo del inmueble para consolidar la transferencia".
Según señalan diferentes informes legales, el Servicio Nacional de Patrimonio del Estado (Senape), titular del terreno, no podía quedar, por siempre, a la espera de que se consolide la transferencia y se le efectúe el pago.
La Ley 3170 también señala que la Fundación Cinemateca Nacional, el Viceministerio de Cultura, el Consejo Nacional del Cine y la entonces Prefectura del Departamento fueran las instituciones encargadas de elaborar los instrumentos normativos, "gestionando los recursos necesarios para la protección, conservación y difusión de la cultura cinematográfica, en coordinación con el gobierno municipal de Cochabamba".
En varias décadas de trabajo con imágenes, Cochabamba ya ha logrado acumular una abundante cantidad en imágenes en todos los géneros (cine, videos, documentales, videoclips, video arte, videos institucionales, indígenas, etc) que necesitan una catalogación adecuada y un archivo donde tendrían que estar depositados para consulta y uso del público interesado.
Fue el exsenador Marcelo Aramayo el gestor de esta Ley para la consolidación de una cinemateca para Cochabamba, "yo había visto con mucha preocupación que mucha de la producción cinematográfica en la región no tenía un custodio ni protección y vi que era fundamental que exista un centro que ocupe de preservar ese material", aseguró Aramayo a Los Tiempos en una nota publicada en 2008.
Fuente: Los Tiempos
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