miércoles, 11 de enero de 2023

¡TAN CARO EL VINILO!

Hace unas semanas uno de los amigos de estos lares virtuales me hizo conocer en tono de decepción y reclamo sobre como el mercado del vinilo se había modificado, en su entender deformado, en referencia a lo altamente costoso que significa tener un ejemplar en esta hora y más aún si este se considera raro por su limitada edición, en cuanto a viejas ediciones.

Otro asiduo a estas cosas, decía sobre el EP denominado Mustapha de Queen (1978), que el sonido consideraba de muy baja calidad, intuyo que quiso decir que no justificaba hacer el pago exorbitante por tal ítem, ni por ser uno de los más buscados por los fanáticos de Queen en el mundo, siendo su valor de mercado Sus.1200.- aproximadamente. Es necesario señalar que este EP (Extended Play o 7”) o sencillo fue editado en cuatro países: Alemania, España, Yugoslavia y Bolivia; el lado B fue Dead On Time en los lanzamientos de España y Alemania, mientras esa misma faz en las editadas en Yugoslavia y Bolivia (Emi Bolivia, Odeon) tuvieron a In Only Seven Days, teniendo caratula distinta cada edición (sitio: queenpedia).
Mientras otro caro amigo de las lides melómanas objeto el peculiar sitial del vinilo, defendiendo al casete por su aparente condición residual, es decir el carácter proletario de este añorado formato.
Por otra parte, es notoria cierta molestia de algunos que siempre coleccionaron al margen de esta moda, porque “el santo vinilo” se convirtió en tendencia, es decir dejo de ser aquel casi olvidado en los desperdicios de cosas usadas, para alcanzar la categoría de fetiche o como alguien definió como prostituto entre todos los formatos.
No pretendo ser redundante sobre cuestiones ya señaladas en otros artículos, pero las recurrentes consultas expuestas me permiten ampliar algunos tópicos al respecto.
Pues bien, el vinilo es una mercancía, un bien de uso, objeto de satisfacción de necesidades para el que vende como para el que adquiere, de manera concisa. Pero, ¿cómo llegamos aquí?, la explicación respondería sonoramente el gallo Claudio, la economía hijo la economía.
¿Quiénes consumen música en vinilo?
El consumo de música en formato vinilo en el marco del coleccionismo divido en tres segmentos: a) el colector que adquiere el bien por el vinilo o el depositario de música; cuyo consumo se limita a la búsqueda de ediciones, tanto viejas ediciones o nuevas, la premisa es obtener la música en este material, por más que este exista en otros formatos, siendo imperativo el gusto ante todo, por otra parte, el otro segmento b) busca el vinilo por su registro fonográfico, es decir, el valor musical que se halle en si dentro del vinilo, la edición descatalogada, el ignoto, ya sea para disfrute privado o de preservación, esta afición podría arribar un peldaño que conlleve fines de investigación y concatenar con disciplinas como la historia , economía, sociología, etc. No obstante, ambos tipos de consumidores combinan, priorizando una acción sobre otra inevitablemente. Estos dos segmentos consumen música al margen de la industria actual en gran medida, en general lo importante es lo viejo, lo descatalogado. c) Sin embargo el nuevo consumidor, el que adquiere por imitación se insertó para adquirir la nueva música, pero también la vieja arropada en nuevo empaque.
Vale decir, como se expuso anteriormente, a mayor demanda de un bien el precio sube, sin embargo esa no es condición suficiente ya que la oferta debe activar sus mecanismos para satisfacer una demanda cada vez más necesitada, como la necesidad del adicto por su droga. Sin embargo no todos los vinilos tiene un alto valor en el mercado, solo es necesaria una visita a la feria 16 de Julio, espacio residual por antonomasia donde muchos otros ejemplares solo esperan que les llegue el sol para ser ondulados.
¿Quiénes pusieron en alza los precios del vinilo?
No se debe olvidar que desde la visión de la Oferta, antes de ser objetos contenedores de historia sobre el material grabado, recuerdos personales de la infancia y/o adolescencia, son artículos mercancía, siendo atributo esas particularidades para hacerlo bien transable, cuyo precio de oferta y demanda comulgan en un punto de equilibrio o precio de mercado, todos ellos dispuestos a ser retribuidos con pecunia en la danza de artículos a la venta.
La estrategia o la construcción del imaginario sobre el vinilo
Ahora bien, el aura especial que rodea a estos bienes, no es solo su condición intrínseca de contenedor de música, siendo más bien otros atributos de índole subjetivo que dieron valor, como la ritualidad, la forma de reproducción que romantiza la posesión del mismo.
El imaginario del capital idealizo a la mercancía vinilo; la hizo superior en relación a otros formatos insertando el falso debate: ¿qué es mejor?, ¿análogo o digital?, el vinilo suena mejor que cualquier otro formato digital, otra de las mentiras recurrentes es que el vinilo fuere grabado de manera análoga, en cuanto a nuevas ediciones, afirmación repetida tantas veces hasta convencer al consumidor que es así, cuya temática requerirá otro análisis.
Los hacedores del marketing hicieron del artículo tan mercancía como cualquier otra, con una diferencia, hicieron de ella obra de arte, o hicieron creer aquello. Así también satisfizo la demanda y fue reproducido en masa, en la denominada era de la reproductibilidad técnica (Walter Benjamín).
Su producción en masa hace que su disponibilidad sea suficiente y superabundante, sin embargo la industria argumenta sobre costes elevados debido a la insuficiente capacidad instalada de prensadoras, la disposición de materia prima que imponen precios elevados, justificando su alto costo, se intuye que artificialmente subió el precio, justificada por la extensiva moda de consumo, donde ese precio es aceptado sin discusión por la demanda, en este punto no se debe olvidar que el ser caro significa para la demanda atractivo y “más bonito”.
Conclusión
Los bienes vinilo son mercancías que están en función de condiciones objetivas del mercado: disponibilidad, atributos especiales del articulo esto por parte de la oferta y por otra los consumidores dispuestos a pagar ese precio de mercado convenido, es decir una demanda, esa se expandió y tenemos este actual escenario, por eso los precios elevados.

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