La exposición, narrada a través del lente de la fotógrafa boliviana Angie Salgar Caballero, propone un recorrido por diversas imágenes del Anata y Carnaval de Oruro, revelando rostros, alegría, danzas, instrumentos musicales, vestimenta, espiritualidad, religiosidad y todo el arte que forma parte de estas maravillosas expresiones culturales.
En la ciudad de Oruro confluyen tres tiempo-espacios festivos durante el Jallupacha o tiempo de lluvias: la fiesta de la Virgen de la Candelaria, el Carnaval y el Anata Andino, una configuración cultural e histórica única en la que pervive la cosmovisión de las naciones y pueblos indígenas originarios uru, quechua y aymara junto a las tradiciones católicas implantadas durante la colonia.
En el Carnaval de Oruro todos los años y durante dos días de entrada participan más de 28 mil bailarines y 10 mil músicos distribuidos en más de 50 fraternidades, aquellas que en 10 horas de peregrinación recorren ocho kilómetros a la vista de 45 mil espectadores nacionales y extranjeros. El Carnaval de Oruro fue inscrito en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2008 (proclamado originalmente en 2001 como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad), explica la nota de prensa de la institución.
Para el investigador Max Harris, la devoción a la Virgen del Socavón se trasladó a los días de Carnaval a partir de 1781, año de la rebelión contra los españoles en el que los indígenas aseguraban que la Virgen los protegió de los colonizadores. Fue un tiempo en el que la búsqueda de independencia inspiró una celebración de victoria, juego, baile y regocijo que coincidió con el Carnaval.
El inicio de la festividad de la Virgen de la Candelaria o Virgen del Socavón está relacionado con la leyenda del Chiru Chiru. Se cuenta que en 1780, Anselmo Bellarmino, conocido como el Nina-Nina o el Chiru Chiru, vivía en el cerro Pie de Gallo. Este personaje se dedicaba a robar a personas adineradas para luego repartir el botín a las personas más pobres. En una ocasión fue herido y estando refugiado en su cueva, clamó ayuda a la Virgen del Socavón, quien se hizo presente y lo cuidó hasta su muerte.
Sobre la autora
.Nació en La Paz, estudió Comunicación, Arte y Cine en Bolivia y Argentina, especializándose en Dirección de Fotografía. Realizó una especialización en la escuela de cine La Fábrica, de Cochabamba, siendo su tesis la película Quién mató la llamita blanca. Fue docente en la Academia Nacional de Bellas Artes Hernando Siles de La Paz y de varias universidades. Es fundadora de Fotógrafos con Altura.
.En su trayectoria ha recibido distintos reconocimientos nacionales e internacionales.
FUENTE: Ahora el pueblo
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