Los grabados en piedra presentan diseños simbólicos considerados
sagrados y patrimoniales por los comunarios de Chaupisuyo B. Estudios
dan cuenta que se trataría de obras vinculadas a deidades e incluso
serían parte de un “camino prehispánico”, destinado a conectar la zona
Andina de Cochabamba con Cocapata y Cotacajes.
Sobre el alero de una cueva rocosa del poblado de Chaupisuyo B, una
comunidad que se encuentra en la ruta Vinto Morochata, exactamente a 70
kilómetros del municipio de Quillacollo, existen petroglifos o grabados
artísticos en piedra.
Estos grabados en roca visibilizados y valorados por la comunidad,
situada a 3.524 metros sobre el nivel del mar, donde viven 86 familias
que se dedican a la producción agrícola, principalmente de papa, tienen
rostros de personas, cúpulas, espirales, serpiente, diferentes líneas
curvilíneas, en forma de P y circulares, entre algunas.
Para los comunarios de la comunidad de Chaupisuyo B, el
sitio es un lugar sagrado. El dirigente del poblado , Isidro Vargas,
aseguró que se trata de un patrimonio y un legado de sus antepasados.
ARTE RUPESTRE
Uno de los miembros de la Asociación de Estudios de Arte Rupestre
Cochabamba, José Luis Gerónimo Rodríguez, identificó en 2015, más de
cincuenta figuras divididas en ocho grupos.
Para el estudioso, estos grabados de índole sagrado “podrían estar
vinculados con deidades o estar íntimamente relacionados con la
naturaleza y el hombre mismo”. Los diseños simbólicos incluso estarían
estrechamente relacionados con la “fertilidad y período de lluvias”,
añadió.
Rodríguez baraja la posibilidad de que los petroglifos de Chaupisuyu B
serían parte de un “camino prehispánico” destinado a conectar la zona
Andina de Cochabamba con Cocapata y Cotacajes.
“Podría ser parte de uno de estos trayectos en toda la red vial
prehispánica, usada por los incas en su momento; donde existían una
serie de: tambos, acequias, paredes de piedra”, profundizó Rodríguez.
SITIO TURÍSTICO
La riqueza rupestre hallada en el lugar inspiró a los comunarios a
trabajar en un proyecto para convertir esta “joya” ancestral en un sitio
turístico. “Queremos que conozcan todos los visitantes nuestra
comunidad y el patrimonio que tenemos”, expresó Vargas.
Al respecto, el secretario municipal de Morochata, Nicolas Rueda,
afirmó que una de las rutas turísticas comprende la visita del sitio
arqueológico de Chaupisuyo B. “Poco a poco se trabaja desde la Unidad de
Turismo para potenciar las rutas turísticas del municipio y se pretende
declarar un patrimonio a través de una ley municipal”, señaló.
Pero Chaupisuyu B no es el único lugar donde existen estos grabados
en roca. A cinco kilómetros del lugar, en la comunidad de Lampaya
existe otro petroglifo, una figura en una roca en forma de espiral.
FUENTE: Opinión