El sábado 7 de septiembre el proyecto mARTadero realizará un
concierto de Heavy Metal con 16 bandas celebrando 20 años de trabajo por el
arte emergente de Bolivia desde Cochabamba. El evento comenzará a las 11 de la
mañana con una feria de emprendimientos relacionados a la música rock y en
horas de la tarde comienza el concierto con la participación de importantes
bandas de la escena metalera de Cochabamba.
Las bandas que serán parte del concierto son: Agoriz, Bajo
Tierra, Baphomets Thrones Hell, Culto Calavera, Esotherica, Ethernals,
Extinción, Falln Angel, Fenix, Headbangers, Maldito Gato, Muspha, Odio, Oscuro
Mito, Pactum Ocultum y XXL. El evento mantiene el espíritu no lucrativo y
autogesitonario del proyecto mARTadero por lo que el aporte de los asistentes
se destinará a cubrir los gastos de organización. Cabe destacar que la
organización anunció una promoción de ingreso de 2 personas con una entrada
hasta las 16:00, a partir de esa hora el aporte de los asistentes será de
Bs.30.-
El proyecto mARTadero, con 20 años de vida, ha sido un
referente clave en la promoción de las artes y la cultura en Cochabamba. Nacido
de la transformación del antiguo matadero municipal, este espacio se ha
convertido en un epicentro de innovación cultural, ofreciendo un lugar para el
encuentro, la creación y la expresión artística. A lo largo de dos décadas, ha
albergado una diversidad de eventos, exposiciones, talleres y residencias
artísticas que han involucrado a miles de personas, tanto locales como
internacionales. Su enfoque en la sostenibilidad, la inclusión y la participación
comunitaria ha permitido que mARTadero se consolide como un motor de desarrollo
social y cultural en la región, generando un impacto profundo en la vida de la
comunidad y en el panorama cultural boliviano.
Como parte de su gira ‘45 años de Canciones’, el músico Manuel Monroy Chazarreta, mejor conocido como ‘El Papirri’, inicia un ciclo de presentaciones desde este mes de agosto hasta noviembre con la presentación de su concierto final en el Teatro Achá de Cochabamba.
Con un total de ocho fechas programadas que tendrán lugar en distintos escenarios de los departamentos de Santa Cruz, La Paz, Sucre y Cochabamba, el músico arrancó presentándose en la gala de los Premios Maya Bolivia en Santa Cruz, tocando junto a Big Band Bolivia, donde recibió el ‘Premio Maya Internacional 2024 por 45 años de Trayectoria Musical’ el pasado 2 de agosto.
El 8 de agosto en La Paz, se presentó en la exhibición del libro ‘Subibaja:Crónicas del Papirri Vol.4’ de la Feria Internacional del Libro y el 9 en el concierto para la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio San Calixto.
Posteriormente, el músico volverá a Santa Cruz para presentarse el 16 de agosto con ‘TakiBossas - 45 años de canciones’ y seguirá en Sucre con los recitales ‘La Huacataya - 45 años de canciones’ en el teatro Gran Mariscal Sucre y ‘45 años de Canciones’ en Klasicos, los días 19 y 20 de septiembre.
Al cierre de la gira, El Papirri volverá a La Paz con ‘45 años de Canciones’ los días 17 y 18 de octubre en el Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez.
Finalmente, el músico culmina esta serie de presentaciones el 28 de noviembre en Cochabamba con ‘45 años de Canciones’.
Detalles e información adicional sobre la compra de entradas para este evento pueden hacerse en contacto con el número 70764618 en Sucre, Santa Cruz y Cochabamba y con el número 72519376 en La Paz.
El festival musical Grito Rock convoca a artistas y grupos musicales emergentes para participar de este evento, que este 2024 cumple 10 años de vigencia en Bolivia .
Las bases de la convocatoria se encuentran en el formulario disponible en las redes sociales del festival, tanto en Instagram como Facebook con el nombre de Grito Rock Bolivia.
Las bandas que busquen participar deben cumplir con los siguientes requisitos: Tener composiciones propias, producciones grabadas, un video en alta calidad, fotos de la banda, material que sirva para su difusión y promoción en el marco del festival.
Grito Rock recibirá las postulaciones de las bandas y solistas hasta las 23:59 del día lunes 12 de agosto de 2024.
El Grito Rock, conocido por su energía inigualable y su capacidad para reunir a artistas emergentes y consolidados, busca propuestas musicales comprometidas y de calidad que quieran ser parte de esta celebración musical.
Las propuestas de los grupos musicales deberán coherentes con la narrativa de diversidades, inclusión y género, importantes para entender los cambios y la sintonía con el movimiento y difusión musical a nivel global. Desde sus inicios, el festival ha sido una plataforma esencial para además de dinamizar la música concientizar en sus seguidores la importancia de la transformación de conciencias desde la música, con la finalidad de sumar en la construcción de un mejor movimiento social, indican desde la organización.
Desde su creación, el Grito Rock creció exponencialmente, consolidándose como uno de los festivales más importantes de la región. Con una trayectoria de diez años, el festival ha sido testigo del surgimiento de innumerables bandas que hoy gozan de reconocimiento a nivel local e internacional. Su impacto va más allá de la música, promoviendo valores de colaboración, sostenibilidad y diversidad cultural.
El Grito Festival en su versión Grito Rock llega en su 17° edición latinoamericana y 10° versión en Bolivia. Como cada año, el festival reafirma su compromiso con el momento de la música y la cultura en Latinoamérica y el mundo. En los últimos 15 años hemos visto expresiones musicales y comportamientos que han cobrado mucha fuerza no sólo en Bolivia sino también a nivel mundial.
La producción en la ciudad de Cochabamba cuenta con el apoyo de la Secretaría de Desarrollo Productivo, Turismo y Culturas del Gobierno Autónomo Municipal Cercado Cochabamba.
La producción del Grito Festival se debe al trabajo conjunto de Cultura de Red, Grito Festival, CONECTADAS Latinoamérica, Coopart, - EMV Music, y Fora do Eixo de Brasil, logrando conexiones con otros espacios y centros culturales del mundo.
El número de celular para contactarse con la producción del evento es el 72269859.
Este viernes 26 y sábado 27 de julio, desde las 20:00, se estrenará la obra de teatro “Ucu, más allá de la montaña”, en el proyecto mARTadero. La pieza, que busca sensibilizar sobre la relación entre el oso andino y las comunidades locales, es una iniciativa del Programa Jucumari y la ONG Vida Silvestre, en colaboración con Teatro Madrastra.
La coordinadora del Programa Jucumari, Andrea Fuentes, explica que el objetivo del proyecto es crear un material de difusión duradera.
“Una obra de teatro tiene esta hermosa capacidad de perdurar en el tiempo, de presentarse una y otra vez e incluso de irse mejorando,” comenta.
La propuesta fue presentada a la British Ecological Society, hace más de un año, y aunque el financiamiento fue limitado, permitió cubrir la mitad de los costos de la obra.
“Nos enfrentamos a un desafío grande, pero bonito, al abordar un tema tan fuerte,” agrega.
La ejecución de la obra fue posible gracias a la colaboración del grupo de Teatro Madrastra. El director del grupo, Alejandro Marañón, junto con su elenco, dio vida artística a la idea.
Marañón escribió un guion extenso que narra tres historias interconectadas y que reflejan las complejas realidades ecológicas, sociales e institucionales que enfrenta la región. “Es un trabajo emocionalmente potente,” destaca Fuentes, “esperamos que el público se sienta movido por la obra y reflexione sobre su papel en estos temas”.
La obra aborda el conflicto entre los comunarios y el oso, donde los primeros crían ganado en las montañas, y los osos, siendo omnívoros, a veces atacan al ganado para alimentarse. Esto genera tensiones, ya que el ganado representa una fuente vital de ingresos y alimento para los comunarios. Marañón describe cómo los osos, al consumir vegetación, dispersan semillas a través de sus heces, lo cual es crucial para la regeneración del ecosistema local. Sin embargo, debido a la necesidad de proteger sus recursos, los comunarios a menudo cazan y matan a los osos, exacerbando el conflicto.
Marañón destaca la importancia de mostrar la realidad desde diferentes perspectivas, incluyendo la de los comunarios, los conservacionistas y el propio oso.
La obra no sólo se limita a la representación teatral. Fuera del mARTadero, se instalarán carpas donde los asistentes podrán apreciar imágenes y material informativo sobre el oso andino y el trabajo de conservación.
Además, las señoras de las comunidades involucradas exhibirán y venderán “phullus” de lana de llama, una nueva fuente de ingresos que han desarrollado para subsistir.
“Nos impresionó la dureza de la vida en estos lugares. Las personas viven en condiciones muy difíciles, a menudo sin comida por días. El tejido de phullus no sólo es una tradición cultural, sino una necesidad económica vital. Queremos que el público entienda y aprecie esta realidad, que va mucho más allá de la simple conservación del oso”, indica.
Equipo
La obra contará con la actuación de Fabiana Montoya, Ronald Ballivián y Jeyson Mirabal. Marañón expresa su admiración por el elenco.
“Tuvimos la fortuna de contactar y convencer a estos actores y actrices para que se unieran a la obra. La dedicación y el talento de Fabiana, Ronald y Jason han sido fundamentales para dar vida a esta obra”, dice.
El equipo técnico de la obra, Christian Argote y Ariel Hurtado en el diseño de luces, ha trabajado para crear una atmósfera que capture la belleza y la dureza del hábitat del oso andino.
Marañón resalta la importancia de comprender y respetar la vida silvestre y destaca que los esfuerzos de conservación no sólo benefician a los animales, sino que son fundamentales para el bienestar de la humanidad misma.
Las entradas en preventa están a Bs 30, mientras que en puerta estarán a Bs 40. Para más información y reservas, pueden comunicarse con Dani al 70770733 o con Ale al 71724237.
El instituto de Educación Integral y Formación Artística “Eduardo Laredo” (IEIFAEL) denunció que se intenta designar a autoridades sin conocimientos administrativos ni académicos dentro de la academia; por lo que presentó un recurso revocatorio ante la medida que calificaron como anticonstitucional.
Según un comunicado, la pretensión de la designación de las autoridades sin conocimientos del funcionamiento institucional es una infracción flagrante a “los artículos 80, 81, parágrafo III”, que establecen que la educación está orientada a la formación de las personas en aspectos de enriquecimiento del país, y también del artículo 99, que señala el patrimonio del país es inalienable, inembargable e imprescriptible.
“(…) y vulneran los derechos de nuestros estudiantes, amenazan con destruir el sistema integral de educación de esta institución patrimonial, pretendiendo dividirla en una Unidad Educativa común, y en un instituto de formación artística superior posbachillerato”, se lee en parte del comunicado.
Por tales vulneraciones, el IEIFAEL presentó el 20 de marzo de esta gestión, un recurso revocatorio con el cual pidieron que se deje sin efecto al proceso de institucionalización 001 y 002/2024 que es ajena, según autoridades y padres de familia de la academia, a la institución Laredo.
“(…) deben dejarse sin efecto por las consecuencias que conllevan contra esta institución patrimonial por las designaciones de autoridades políticas con las que se pretende intervenir este modelo educacional que Cochabamba ofrece al mundo”, señala parte del comunicado.
La institución lleva en funcionamiento desde 1961 y sus autoridades, mediante el comunicado, señalan que es un “Patrimonio Cultural e Inmaterial de Bolivia, además de ser un Patrimonio Cultural y Educativo del departamento de Cochabamba”, por lo que la designación es una vulneración a los artículos mencionados de la CPE.
“Este es un baluarte de la educación y la cultura que Cochabamba ha dado a Bolivia y solicitamos a nuestra población su apoyo”, finaliza el comunicado.
El maestro de la musicalización recibió ayer un galardón de parte de
Unitepc, a propósito del Día del Cine Boliviano y tiene en puerta un
proyecto musical en La Paz.
Alberto Villalpando, pionero de la banda sonora en Bolivia, recibió
ayer un galardón, en el Día del Cine Boliviano y se alista para
concretar importantes proyectos musicales.
El 21 de marzo, la Universidad Privada Cosmos (Unitepc)
organizó un acto de reconocimiento para el maestro Villalpando, en el
campus Colonial de esta casa superior de estudios.
"Estoy muy conmovido y muy agradecido", expresó Villalpando, aunque
confesó no sentirse merecedor del lauro. Su humildad al recoger la
plaqueta fue aplaudida por el público y "es digna de su sabiduría".
El rector de Unitepc, Eduardo Mancilla, adelantó que este personaje
de la cinematografía nacional sera parte del staff de docentes de
Licenciatura en Cine, una nueva carrera que presentará esa casa superior
de estudios dentro de poco en Cochabamba.
Entre tanto, en conversación con OPINIÓN, Villalpando comentó que ya
se dedica a la docencia en la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), una
actividad a la que le dedica un buen tiempo y que, según dijo, le
aporta mucho porque le permite estar en contacto con las nuevas
generaciones.
Como primicia, anticipó que en mayo la Orquesta Sinfónica dará un concierto con obras exclusivas de Villalpando.
"Estrenarán tres obras mías -para orquesta-. Grabarán y difundirán
las piezas del modo más amplio posible. Cosa que me emociona mucho".
Será el 22 y 23 de mayo en el Centro Sinfónico de La Paz.
TRAYECTORIA
Villalpando, nacido en la década de los 40, es pionero de la banda
sonora del cine boliviano y trabajó junto a Jorge Sanjinés, Paolo Agazzi
y Antonio Eguino, entre otros importantes cineastas.
Esa amplia capacidad de componer música contemporánea inspiró a
Alberto Villalpando a participar en la musicalización de películas
bolivianas desde 1965 hasta el 2007. Las primeras fueron “Aysa” (1965),
“Ukamau” (1966), “Mina Alaska” (1968), "Mi Socio" (1980), entre otras.
El Programa de Motivación y Fomento a la Producción Audiovisual del Instituto Cultural Boliviano Alemán (ICBA) Cochabamba impulsa la pasión cinematográfica en el país.
Esta institución presentó la séptima versión de “Geist: Luces y Sombras”, un taller de cine .
Esta nueva versión reunirá talentos de Cochabamba y el interior del país para permitirles realizar cortometrajes cinematográficos profesionales junto a sus asesores, recibiendo formación en cine y artes audiovisuales durante el proceso, de la mano de expertos del cine nacional e internacional, quienes brindarán sesiones magistrales.
Algunos de los invitados son Juan Carlos Valdivia (“Jonás y la Ballena Rosada”, “Zona Sur”), Blanca Lewin (“En la Cama”, “La Vida de los Peces”) y Gerardo Guerra (“También la Lluvia”, “Our Brand is Crisis”), entre otros.
En “Geist: Luces y Sombras” seleccionarán a 40 becarios de Cochabamba y el interior del país cursarán materias como “Introducción Teórica”, “Guion y Desarrollo” y “Preproducción”, esto incluye la elaboración de los guiones de los cortometrajes y sus respectivas carpetas de producción.
Luego tendrán una fase de “Producción”, donde se prepararán y filmarán los cortometrajes, en Cochabamba.
Estas becas están abiertas a todos los mayores de 18 años. "No se requieren previos estudios ni experiencia, solamente mucho compromiso, excelente actitud y disponibilidad de tiempo para todas las actividades del taller".
La institución cubrirá gastos que incluyen: formación teórica y práctica, conversatorios, equipamiento para la realización de los cortometrajes y asesoramiento constante en todas las actividades que lleve a cabo el curso y cada equipo de trabajo.
Se encuentran disponibles 30 cupos para Cochabamba y 10 para el interior del país.
En cumplimiento de la Ley Departamental que impulsamos, lanzamos hoy nuestro I Fondo Concursable de Cortometraje “FONPLATA - Gobernación de Cochabamba”, que premiará con 2 mil dólares al proyecto ganador para que realice una pieza que, en 5 a 15 minutos, adapte una obra de la literatura boliviana.
Agradecemos a la primera entidad citada y patrocinante, muy especialmente a su vicepresidenta, Mariana Prado. El plazo de los proyectos vence el 31 de mayo. Acá la convocatoria: https://acortar.link/WF2Vxu
Queremos comenzar a emular la exitosa iniciativa del Programa de Intervenciones Urbanas que, lanzada en el Gobierno de Evo, permitió un nuevo boom de nuestro cine boliviano, con excelentes resultados al apoyar el trabajo de directores como Martín Boulocq, Kiro Russo o Alejandro Loayza.
Personajes de la talla de Jorge Sanjinés, Paolo Agazzi y Kiro Russo, todos directores de cine, serán mentores en un Diplomado en Escritura del Lenguaje Cinematográfico.
Ellos son solo algunos de entre varios expertos en cinematografía que están detrás de este curso que pretende "desarrollar habilidades para el desempeño en desafíos teóricos y prácticos sobre el guion cinematográfico y la puesta en escena en distintos contextos". Además, con ayuda de estos docentes, buscan que los amantes del cine puedan comunicar estéticamente historias con identidad latinoamericana.
Este diplomado es promovido por el Instituto de Formación Artística Escuela Andina de Cinematografía (IFA-EAC), el proyecto académico de mayor envergadura de la Fundación Grupo Ukamau, a través de la Universidad Andina Simón Bolívar.
Uno de los requisitos para acceder a este curso es poseer estudios previos con nivel técnico superior o una licenciatura relacionada a las artes audiovisuales o carreras afines.
De acuerdo con la organización, las clases serán virtuales. El diplomado inicia en mayo de este 2024 y se puede obtener más información en la página web de la Universidad Andina Simón Bolívar o a través del WhatsApp 79503010.
"La Universidad Andina Simón Bolívar (UASB) está comprometida con la formación integral del talento humano boliviano relacionado con artes audiovisuales".
Jorge Sanjinés, el cineasta más importante de Bolivia, recibió la noche de este miércoles El Cóndor de los Andes, la más alta distinción que entrega el Estado Boliviano a sus hijos más importantes. El presidente del Estado, Luis Arce Catacora, fue el encargado de entregar el reconocimiento tras destacar el gran aporte de Sanjinés al reconocimiento del pueblo boliviano, con innumerables producciones como “Ukamau”, “La Nación Clandestina”, “El coraje del pueblo”, entre otros.
“Me siento muy honrado por la muy alta distinción que se me otorga, la misma que me induce a proseguir con tenacidad y alegría el trabajo de hace más de 50 años”, afirmó el maestro en un breve discurso tras recibir la distinción.
Director y guionista de varias películas considerados no solo mejores filmes bolivianos de la historia, sino precursores de una cinematografía política y comprometida, Sanjinés es un referente del séptimo arte a nivel latinoamericano y mundial.
En tanto, el primer mandatario destacó en el homenaje y distinción: “Cerca de estos 200 años de vida de nuestra Bolivia y varios siglos más de resistencia, lucha e insurgencia popular, hoy homenajeamos con la máxima condecoración de nuestro Estado Plurinacional de Bolivia, el Cóndor de los Andes, al maestro Jorge Sanjinés”.
El Jefe de Estado señaló que sin revolución cultural no habrá sostenibilidad ni profundización de las transformaciones políticas en el país porque la revolución cultural es la base fundamental de la transformación políticas y no perderse en las mezquindades individuales.
“Es por este aporte imprescindible al pueblo, al movimiento indígena originario, campesino, a los movimientos populares, a las trabajadoras y trabajadores que estamos hoy acá deteniéndonos para honrar la obra del maestro Jorge Sanjinés”.
Tras la distinción, Arce y el resto de invitados asistieron a la premier de "Los viejos soldados", una de las últimas producciones del maestro.
La distinción será entregada hoy a las 18:00 en la Cinemateca Boliviana en La Paz, a cargo del presidente Luis Arce, en sesión cerrada.
El maestro del cine boliviano Jorge Sanjinés recibirá la máxima distinción cultural a nivel nacional, el Cóndor de los Andes, por su destacada labor y aporte al séptimo arte en el país.
El galardón le será entregado este miércoles a las 18:00 en un acto oficial en la Cinemateca Boliviana, en la ciudad de La Paz. El presidente Luis Arce hará los honores en una sesión “cerrada”, según anunciaron.
La distinción se realizará una hora antes de la premier de la última película de Sanjinés, ‘Los Viejos soldados’, adelantó La Razón.
El director de cine y guionista Jorge Sanjinés Aramayo nación en La Paz el 31 de julio de 1936. Se graduó como director de cine de la Escuela Fílmica de la Universidad de Chile.
Junto con Óscar Soria organizó el grupo Ukamau, con el que propició decenas de producciones que retratan la historia del país.
Tiene innumerables distinciones nacionales e internacionales; Grandes Directores Jóvenes, en Cannes (1967); Flaherty para ‘Ukamau’, en Locarno (1967); Mejor Filme Extranjero del Año, de la Asociación de Críticos Franceses y Timón de Oro para ‘Yawar mallku’ (1969); Concha de Oro, en San Sebastián, para ‘La nación clandestina’ (1990); o Glauber Rocha, en La Habana (1990).
Las producciones más notables son ‘La nación clandestina’, ‘Ukamau’, ‘Insurgentes’, ‘Para recibir el canto de los pájaros’, ‘Los hijos del último jardín’, ‘El coraje del pueblo’, ‘Juana Azurduy, guerrillera de la Patria Grande’ y ‘Las banderas del amanecer’, entre otras.
El Cóndor de los Andes es la más alta distinción del Estado de Bolivia para personalidades locales e internacionales por sus servicios prestados en distintos ámbitos.
ÚLTIMA PRODUCCIÓN
‘Los viejos soldados’, la última producción de Sanjinés, retrata un escenario de desencuentros entre soldados bolivianos y paraguayos, en medio de ‘una guerra que no debió ser’ y diferencias de clase marcadas. El filme se estrenará en cines nacionales este 29 de febrero.
El pasaje de la historia boliviana que Sanjinés eligió para su última producción cinematográfica es la Guerra del Chaco (1932 – 1935), destacado -como suele ser característico en sus contenidos- reflexiones en el ámbito social en cuanto a las clases, la educación y las aspiraciones de las personas de la época; muchas de las cuales persisten hasta hoy.
Se trata de un filme que, fiel a todas las producciones de Sanjinés, destaca el concepto social de la época que retrata.
La Fundación Grupo Ukamau anuncia el estreno de la reciente película del Maestro Jorge Sanjinés Aramayo titulada Los Viejos Soldados, basada en la novela homónima escrita por Sanjinés. La película tuvo su estreno mundial en el 43 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, Cuba,en diciembre de 2022. En el pasado XIII Festival Internacional de Cine de Santa Cruz FENAVID, la película recibió el Premio del Público a la mejor película.
El director es reconocido por las películas Ukamau (Premio Grandes Jóvenes Directores del Festival Internacional de Cine de Cannes, 1966), Yawar Mallku (Premio Timón de Oro en el Festival Internacional de cine de Venecia, 1971), La Nación Clandestina (Gran Premio Concha de Oro en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, 1989), entre otras.
Luego del estreno de Juana Azurduy, Guerrillera de la Patria Grande (2016) e Insurgentes (2012), Jorge Sanjinés vuelve a presentarnos una nueva propuesta histórica. Esta vez relacionada con la Guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia, librado entre el 9 de septiembre de 1932 y el 12 de junio de 1935 por el control del Chaco Boreal. Sin duda un evento trascendental para nuestra historia, en el que Sanjinés se sumerge fiel a su estilo de un cine junto al pueblo.
La película cuenta con destacados actores bolivianos y nuevos talentos de la escena actoral, los cuales tuvieron distintos roles protagónicos, así como apariciones. En los roles protagónicos se encuentran Cristian Mercado, que interpreta a Guillermo, Roberto Choquehuanca que interpreta a Sebastián, Valquiria De La Rocha que interpreta a Benedicta y Mónica Mamani que interpreta a Emilia. También participan actrices y actores como Erika Andia Balcázar, Reynaldo Yujra, Hugo Francisquini, Pablo Fernández, Luis Caballero Barrios, Kike Gorena y Rober Ortiz Gonzales, entre otros.
Los Viejos Soldados es una película que se pudo realizar gracias al Programa de Intervenciones Urbanas (PIU), una iniciativa del Ministerio de Planificación del Desarrollo en el año 2019. El financiamiento permitió que se pueda contratar a un equipo técnico y artístico de más de 70 personas. Al mismo tiempo, se pudo viajar a las localidades donde el guion de la película requería; el Chaco boliviano, lugar en el que se desenvolvió la cruenta Guerra del Chaco, Oruro, Sorata y La Paz, entre otras localidades en las que se rodó. el golpe del 2019 y la pandemia interrumpieron el rodaje y encarecierón su producción demorando varios meses su estreno comercial
La música original fue realizada por el compositor boliviano Cergio Prudencio, quien en 2023 ganó el Premio Platino a Mejor Música Original por la película Utama. La etapa de postproducción de imagen se realizó en Bolivia y la postproducción de sonido, en Buenos Aires.
SINOPSIS
En medio de la Guerra del Chaco, Guillermo, un joven burgués, salva de morir a Sebastián, un campesino aymara. Con el tiempo, forjan una amistad. Guillermo se rebela contra su coronel por un comportamiento racista, es juzgado y condenado a la pena de muerte. Guillermo es ayudado a escapar y Sebastián lo acompaña en la huida en medio del Chaco boliviano. Durante el escape, se enfrentarán a las más duras condiciones del lugar, casi llegando a morir por falta de agua. Al llegar a una población, se separan yéndose por caminos opuestos y prometen volver a encontrarse.
Los Viejos Soldados trata del desencuentro en nuestra sociedad boliviana. Desencuentro entre la ciudad y el mundo rural; desencuentro entre habitantes originarios y descendientes blancos y mestizos de los invasores españoles del siglo XVI; desencuentro de culturas, de cosmovisiones, de modos y maneras de ver la Naturaleza, de componer la sociedad. Unos al modo occidental, los otros a su manera ancestral, unos priorizando el yo, otros pensándose primero nosotros, después yo.
Creemos que es el desafío máximo que enfrenta hoy la sociedad boliviana. Si ese desencuentro no se resuelve, podría generar un enfrentamiento feroz. Por eso es importante comprender ese desencuentro, escarbar en su origen, en su equívoco, en su peligro.
La película que realizamos intenta generar una honda reflexión sobre ese fenómeno pernicioso que tiene profundas raíces, tal vez tan inmensas que no sea posible desentrañarlas y contenerlas, pero es ineludible intentar sembrar luces, convocar a la fantasía y al amor para resolver ese peligro que acecha si no se lo encara.
Una muestra de 20 obras de labrado y repujado en metal sobre los diablos del Carnaval, del artista plástico Juan Sánchez Guzmán, se presentará hoy en el Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Musef) en la ciudad de Sucre, como un homenaje al maestro Tata Roberto Sahonero y a la Diablada Los Masis, en su 30 aniversario.
“Presentamos ‘Expo Diablos’ para celebrar y recordar el aporte tan extraordinario de uno de los artistas más reconocidos en el departamento de Chuquisaca, el maestro Roberto Sahonero”, destacó el coordinador del Musef Sucre, Veimar Soto.
Roberto Sahonero, orureño de nacimiento, desarrolló la mayor parte de su trabajo por la cultura boliviana en Sucre, con el Centro Cultural Los Masis.
El Tata Sahonero fue uno de los gestores de la entrada de la Virgen de Guadalupe.
La exposición “Expo Diablos” incluye 20 trabajos de repujado en metal sobre la diablada del maestro Sánchez Guzmán, Jusan.
HISTORIA
“La Diablada de Los Masis se fundó en 1994 y uno de los gestores fue el maestro Jusan, quien se inspiró y creó los diablos repujados en metal”, destacó Roby Sahonero, coordinador del Centro Cultural.
Si bien la música puede ser altamente influyente en la
construcción de la identidad de cualquier grupo social, nación o país, son
pocas las canciones que pueden funcionar como bandera. Cada ciudad tiene sus
himnos, los cívicos y los populares, cargados de melodías sentidas y letras que
retratan las virtudes de su gente o la región a la que representan. Así, “Oh
Cochabamba Querida” de Jaime del Río o “Collita” de Fernando Román Saavedra,
son canciones que en la tertulia popular se consideran “segundos” himnos de
Cochabamba y La Paz respectivamente. Lo mismo pasa con “Potosino Soy” de
Humberto Iporre Salinas o “Viva Santa Cruz” de Gilberto Rojas para Potosí y
Santa Cruz, y podríamos seguir enlistando miles de canciones que ayudan a
construir identidad a ciudades, regiones o grupos sociales en entornos
culturales, educativos, deportivos, etc.
Bolivia tiene su denominado “segundo himno” y sin lugar a
dudas todos coincidimos en que se trata de “Viva mi Patria Bolivia” de Apolinar
Camacho, que es capaz de mover todas nuestras células cuando se escucha en su
versión más popular interpretada en ocasión de sesquicentenario de la
independencia de Bolivia con participación de un precioso abanico de músicos
como Luis Rico, Ernesto Cavour, Pepe
Murillo, Orlando Rojas, José Zapata, Delfín
Marañón yVíctor H. Leaño. Esa versión,
que se editó en 1975, incluía una grabación de la hinchada boliviana coreando el
masivo grito: ¡BO BO BO, LI LI LI, VIA VIA VIA, VIVA BOLIVIA, TODA LA VIDA!. Esta
barra popular ya se había escuchado en 1963 cuando la selección boliviana de
fútbol ganó la Copa América despertando el orgullo nacional. Esa grabación de
1975 volvió a popularizarse durante las eliminatorias de la Copa del Mundo de
1994, cuando las radioemisoras y canales de televisión la reproducían tras cada
gol de Bolivia, y vaya que fueron muchos goles los coreados en 1993, año de alta
felicidad.
Por entonces, un joven choquito orureño modelo 1969,
cochalizado a fuerza del inevitable amor que despierta la capital gastronómica
de Bolivia, vivía su primera gran etapa musical con el grupo EZ, que fue
reconocido en ese año como grupo revelación, y comenzaba a trazar un
impresionante paneo musical que lo llevó a fundar el grupo Waliki para el que
escribió, junto a Carlos Urquidi, otro “segundo himno” para nuestro país. Se
trata del tinku “Llajtita”, más conocido como “Esta es mi Bolivia” por su
poderoso coro que abriga a toda la patria en 4 minutos y medio. No cabe duda
que si una canción es coreada por más 350 mil personas en el Carnaval de Oruro
o cantada en casi todas las escuelas del país, se trata de una canción que se
eleva a la talla de himno popular, porque al margen de su rica estética sonora,
su letra funciona como un espejo social que refleja el país que somos y aquel
que esperamos ser, íntegro en su alta diversidad.
Para alcanzar este logro, nuestro querido “Choco” protagonizó
una interesante carrera musical desempeñando toda suerte de roles como músico y
experimentó en diversidad de géneros musicales desde 1985 formando parte de las
bandas “Brigada Rock”, “Lady” y “Krams”, en las que desempeño roles de bajista
y baterista. En los 90s formó parte de EZ, Magia Blanca, Sacrilegio, Latin Fire
(Australia), Sud, In Vitro, Jade y Kontra Ruta. Tras la entrevista realizada en
el programa Arena Rock de Púrpura en Línea, difundida en días pasados,
muchísimas personas revivieron los gratos recuerdos tras la publicación, en
redes sociales, de fotos del disco de vinilo de EZ editado en 1992, mismo que
incluía el súper éxito “Extrañándote”. Los comentarios de los internautas dejan
un rastro de nostalgia, respeto y admiración al trabajo del grupo cochabambino
que estaba conformado por William Castillo en guitarra, Daniel Quiroga en los
teclados y voz, y Christian Rodriguez en la batería. Este disco fue realizado
en Mega Savia Andina Records con Alcides Mejía como ingeniero. Este hecho
ocasionó algo inusual en la historia del rock boliviano y es que EZ giraba por
todo el país abriendo a Savia Andina, reconocidísimo grupo de folklore boliviano.
Esto le permitió a Christian acercarse al folklore, razón por la que en el
nuevo siglo sus experiencias musicales fueron más allá del rock formando parte
del line up de Vicente Valenzuela, Tupay, H3O, Fakto, Jade, Enriqueta Ulloa y
Zulma Yugar.
Hacia 2004, el “Choco” forma Waliki desempeñándose como
productor y director musical, además de asumir el rol de bajista y compositor. Sin
embargo, al margen de encarar este proyecto musical continuó explorando las
diversas estéticas de la música boliviana trabajando con los grupos Mayu, La
Yapa,Bochorno Blues Band, la Capella de
la Orquesta Filarmónica de Cochabamba, Atajo, Motor Hele, Super Pato, Analía
Abat, El Che, Adagio y la Banda Espectacular Poopó de Oruro.
Alrededor de 25 producciones discográficas registran el
aporte musical de Christian Rodriguez quien además de desempeñarse como músico,
ha llevado en paralelo una notable actividad en el séptimo arte, actuando en
cortometrajes y películas bolivianas, cuando no en una veintena de videoclips
para diversos grupos musicales. El “Choco” es a la vez un incansable gestor
cultural por lo que se ha ganado el cariño de sus colegas y del público
boliviano.
Esta historia, que de por si ya es bastante rica en
aporte al acervo boliviano, se sigue escribiendo pues Waliki ha llevado a otra
dimensión la puesta en escena y producción musical en el país, lo que de sin
lugar a dudas promete una carrera que seguirá escribiendo más páginas de la
historia de la música boliviana. Como se advierte esta carrera musical rica en
diversidad ha sido un ejercicio de integración fiel al discurso que propone su
más preciosa composición titulada “Llajtita”.
Este himno de integración ha vuelto a cobrar actualidad
tras una nueva grabación en la que Waliki, conformado por Carlos Urquidi y
Christian Rodríguez, logra unir el talento de un importante pedazo de la
histria viva musical del país para lograr una versión que cuenta con la participación
de Fabio Zambrana (Azul
Azul), Paola y Wally Zeballos (PK2), Guisela Santa Cruz, Llajtaymanta, Zon y
Helen Fuentes en las voces, acompañados por los excelentes músicos: Glen Vargas
(Track), Ramiro Vásquez (Chris Higbee EEUU y Aviónica), Bruno Bilbao (PK2),
Ariel Villazón (Proyección), Heydy Flores, Huáscar Ballón (El Che), Armin
Villca, Sergio Ferrufino (Philharmonische Orchester der Hansestadt Lübeck) y Maher.
A los 14 años, como en una película, un muy jovencito
“Choquito” descubrió en la casa de la abuela en Oruro una guitarra que había
estado semi escondida en un ropero esperando el momento de su encuentro,
momento en que nació el músico que puede en un paneo de EZ hacia Waliki mostrar
la riqueza de la música boliviana.
Este es nuestro “Choco”, tropical y andino, de bronce y
copajira.
Bolivia
es un escenario cultural de alta diversidad, lo que ha permitido a lo largo de
su historia una rica y preciosa producción artística, que en lo musical ha
logrado amplia producción con vertientes nativas precolombinas y foráneas
occidentales que en fusión han dado vida a nuestra música. En Púrpura en Línea,
por medio de diversos programas radiofónicos, desde 2015 venimos recogiendo testimonios
de protagonistas de nuestra historia musical, que a partir de la fecha
compartiremos en La Ramona. Comenzaremos con Felipe Paniagua, maestro del
charango, con quien tuvimos el placer de conversar en Buenos Aires hace pocas
semanas.
Remontémonos
a 1968. En Sucre, un inquieto adolescente de 13 años tomó un charango en las
manos para encontrar de forma autodidacta las notas de las canciones de Los
Beatles, cosa por demás rara tanto para rockeros como para folkloristas en ese
momento. Pero, como en todo charango, habitaba en él la música boliviana a la
que Felipe se acercó a través de vinilos de Mauro Núñez y Ernesto Cavour. A
poco de ello, fue reclutado por un joven grupo denominado Los Masis. Con ellos
grabó su primer sencillo, “Sucu Sucu” de 1971, luego vendría 3 más en 7
pulgadas y 2 long play: “Fabulosos” y “Volumen 2”, que hoy son piezas de
colección. Con ellos realizó innumerables presentaciones en todo el país y en el
exterior obteniendo premios y reconocimientos como el 1er. Lugar en la
categoría de conjunto vocal instrumental en el IV Festival Nacional de la
Canción Boliviana realizado en la ciudad de Oruro, entre muchos otros. Por
entonces también realizó varias grabaciones con Tito Antonio Durán de Radio La
Plata y Ever Baptista de Radio Loyola.
En
1975 participó en el Festival de la Canción Nacional en Tarija, logrando el
1er. Lugar en la categoría Trio Instrumental, conjuntamente el maestro
guitarrista Edgar Ángel Navarro y el quenista Armando Vargas. Los grandes
grupos folklóricos bolivianos, como los conocemos hoy, habían surgido del “boom”
del folklore boliviano protagonizado por Ernesto Cavour, Gilbert Favre y
Alfredo Domínguez, con quien Paniagua tuvo la oportunidad de tocar acompañando con
su charango a la guitarra más preciosa de la historia del folklore boliviano. Esta
corriente musical se conoció como Neo Folklore, que notoriamente se diferenció
de los grupos de la época dorada del folklore que tenía en Raul Shaw y Gladys
Moreno a sus máximos exponentes, por la incorporación de instrumentos nativos
como bombo, vientos y el charango boliviano. Las producciones de compleja
ejecución instrumental se denominaban “Alto Folklore” con representantes como
William Ernesto Centellas o Ernesto Cavour, grupo al que sin lugar a dudas
pertenece también Felipe Paniagua, quien a su vez acercó al mundo del charango al
hoy notable Eddy Navia. Sin duda, todos ellos músicos altamente inspiradores.
Paniagua,
en sus primeros años en el mundo musical boliviano produjo una rareza
discográfica. Se trata del único disco de “Llajua Picante”, un grupo conformado
por los mismos integrantes de Los Masis que grabaron en 1972 novedosas versiones
de música de Tchaikovsky, The
Beatles y Santana, siendo pioneros en la interpretación de música clásica y
rock en charango como forma de decirle al mundo que el charango, en su
versatilidad y complejidad, había superado la discriminación histórica a la que
había sido sometido por su origen mestizo.
En
1980 fundó el Centro Cultural Masis conjuntamente varios padres de familia de
estudiantes de la escuela Daniel Calvo que recibían instrucción en instrumentos
de viento y charango. Actualmente, este centro cultural continúa formando a
jóvenes talentos de la ciudad de Sucre a la cabeza de Roberto Sahonero. A principios
de 1982 deja Sucre para realizar estudios universitarios en la Facultad
Nacional de Ingeniería de Oruro. A la vez, como parte del programa de expansión
del Centro Cultural Masis, es Instructor de charango y guitarra en el Colegio
Jesús Maria y la Escuela San Pablo.
Paralelamente
a su actividad universitaria forma parte del grupo “Punchay”, con quienes
participa en varios festivales en La Paz, Cochabamba y Potosí; asimismo,
realiza presentaciones en Perú y Chile, para promover el Carnaval de Oruro.
Poco después integró uno de los primeros grupos vocales del país, el Sexteto
Quirquincho, vigente hasta hace poco y con quienes realizó innumerables
presentaciones en nuestro país, además de representar a Bolivia en Festivales
como Festifront, Festival Latinoamericano de Folklore en Chile y en el Festival
Internacional de Cosquín en Argentina el año 1986; además de participar en la
grabación de un disco Long Play con el Sello discográfico Lyra. Los
“quirquinchos” interpretan uno de los temas más apreciados por los orureños, se
trata de “Oruro Querido”, composición de Arturo Peñaranda inmortalizada por el
Sexteto Vocal Quirquincho. En 1991, por invitación del Gobierno de la ciudad de
Montreal, asisten a los Festivales mundiales de Folklore de Lachine y Cornwall
en Canadá el año 1991, asimismo realiza una producción discográfica en este
país en formato cassette.
En
1996 recibe una invitación especial del Maestro William Ernesto Centellas para
organizador el 2do. Congreso de Charanguistas y el 1er. Encuentro Internacional
de Charanguistas llevado a cabo en la ciudad de La Paz, evento que reunió por
primera vez a charanguistas de todas partes del mundo. A su retorno a la ciudad
de Oruro, organiza la Sociedad Boliviana del Charango (SBC) Filial Oruro,
siendo su primer presidente.
Paniagua
es un incansable promotor de la práctica del charango en el país y como tal fue
permanente impulsor de la SBC y recurrentemente, jurado en concursos y
festivales de música folklórica como los históricos: Festival Nacional de la
Canción Boliviana “Aquí Canta Bolivia” y el Festival Internacional del Charango
en Aiquile, donde en 2002 fue nombrado “Charanguista Notable del Año”.
En
2005, en el VI encuentro Internacional de Charanguistas, es reconocido como
“Maestro del Charango” por la actividad desarrollada durante toda su vida
artística y su contribución a la divulgación de este instrumento. Posteriormente,
se le designa Vicepresidente de la SBC; durante su gestión, y a la cabeza del maestro
Alfredo Coca, organiza la ¨Orquesta de los 1000 Charangos ¨ que obtuvo el
récord Guinness por la ejecución musical conjunta de aproximadamente 1200
ejecutantes en Potosí y 1300 en Cochabamba. Para ello, preparó a las diferentes
representaciones con talleres en las ciudades de Oruro, Sucre, Potosí, La Paz y
Cochabamba, motivo por el cual recibió el reconocimiento del Ministerio de
Educación y de la Gobernación de Potosí.
En
los últimos años realizó muchas presentaciones como Maestro Concertista
organizadas por la SBC en varias ciudades del país. En agosto de 2019 participa
como Concertista de Charango con el grupo Arcilla de Colombia en el Festival
Internacional de Cultura de Boyacá-Tunja. Su más reciente producción musical como
solista la realizó en el estudio de grabación Javivi Records de la ciudad de
Oruro y está disponible en plataformas virtuales como ReverbNation.
Sus
amigos le llaman “lagarto”, adjetivo que cariñosamente usa él para referirse a
los más cercanos. Un lagarto viajero como los grandes músicos bolivianos que
pasean su arte por Bolivia sembrando identidad y por el mundo entero como
embajadores de nuestra música. En la actualidad, radicado en Buenos Aires
dedica su tiempo a grabar, a disfrutar de cuanto evento musical de calidad se
presente; y desde ya, a entrar en diálogo musical con charanguistas bolivianos
y argentinos. De tanto en tanto toma los pinceles para expresar su arte en
obras de acuarela que regala a sus seres queridos como testimonio de quien
transita el mundo recogiendo con la mirada los bellos paisajes que encuentra en
su paso. No cabe duda que Felipe Paniagua es un artista total y que su aporte a
la música boliviana no ha pasado desapercibido.
Cavour,
Centellas, Paniagua… son héroes del charango. Gracias al trabajo de esa
generación de músicos virtuosos, el charango nunca más fue vilipendiado; todo
lo contrario, ahora es un instrumento respetado, de encanto universal y por
siempre un orgullo boliviano.
FUENTE: Ernesto Guevara Quiroz (*), La Ramona, Opinión
(*)
el autor es comunicador social, músico y docente universitario.