miércoles, 15 de febrero de 2023

Carla Ortiz rodará La Chaskañawi en el Carnaval de Oruro

Esta semana comenzará la primera etapa de rodaje de La Chaskañawi, cinta producida y protagonizada por Carla Ortiz. La estrella boliviana trabajará a lo largo de este año en la producción junto con los directores nacionales Paolo Agazzi y Antonio Eguino.

“Éste es un proyecto que llevaba madurando desde hace años. De hecho, desde que presentamos Los Andes no creen en Dios (Eguino, 2007) que la gente pedía que llevemos a la Chaskañawi a las pantallas. Ahora, con un equipo de primera, lo vamos a hacer”, aseguró Ortiz a Página Siete.

La noticia se reveló de improviso porque la actriz visitó el fin de semana la ciudad de Oruro, donde pidió permiso a la Virgen del Socavón para realizar las grabaciones del Carnaval.

Es que la cinta, en realidad, contará dos historias de forma casi paralela, aunque separadas por 100 años. La primera, que se filmará en Potosí, es la adaptación directa de la novela de Carlos Medinacelli. La segunda será una historia similar, pero ambientada en la Bolivia del siglo XXI.

“Es un proyecto muy ambicioso. No sólo estamos realizando dos historias en paralelo, una adaptación en toda regla y la otra una original, basada en La Chaskañawi, sino que también estamos trabajando con patrimonios. Tenemos el patrimonio literario que representa el libro de Carlos Medinacelli, el patrimonio material de la Humanidad que es la ciudad de Potosí y el inmaterial que es el Carnaval de Oruro. Tenemos una gran responsabilidad”, agregó Ortiz.

La artista recibió ofertas de ayuda y pedidos de colaboración de varias instituciones. Entre ellas están el Ministerio de Culturas, con el que organizará una conferencia de prensa; la Asociación de Conjuntos Folklóricos de Oruro (ACFO), que ayudarán en la filmación del fin de semana; instituciones de Potosí y otras.

De hecho, para la filmación de esta semana, durante la entrada del Carnaval de Oruro, Ortiz bailará junto a la fraternidad Morenada Central de Oruro.

Ortiz adelantó que el rodaje se realizará sólo en Oruro y Potosí. Además, será un trabajo de larga duración, ya que los realizadores esperan concluir el registro de imágenes en el mes de julio, aproximadamente.

“La misma naturaleza del guion, escrito por Juan Pablo Piña, hace que tengamos que hacer el rodaje por temporadas. Eso extenderá el tiempo de trabajo”, explicó Ortiz.

Se prevé que se pueda estrenar en los cines nacionales el próximo año, aunque la actriz y productora aún no adelantó una fecha tentativa. También mantuvo en reserva los planes de distribución, es decir si llegará antes a eventos como festivales internacionales o primero se verá en Bolivia.

Publicada en 1947, La Chaskañawi es la obra literaria más conocida de Carlos Medinacelli, uno de los fundadores del colectivo cultural Gesta Bárbara.

La obra cuenta la historia de Adolfo Reyes, un señorito perteneciente a la poderosa oligarquía terrateniente que al regresar a la población de San Javier de Chirca cae rendidamente enamorado de Claudina, una bellísima chola que regenta la chichería y punto de encuentro del pueblo.


FUENTE: Página Siete

FABIO LIONE Y KIKO SHRED TRAEN LA MUSICA DE RHAPSODY A BOLIVIA Y ANUNCIAN FIRMA DE AUTÓGRAFOS EN COCHABAMBA

Fabio Lione, una de las mejores voces del power metal, y Kiko Shred ya están en territorio boliviano y se preparan para las presentaciones que tendrán en Santa Cruz, Cochabamba y La Paz, además de realizar una conferencia de prensa y firma de autógrafos hoy a las 20:00 en Hotel Ambassador de Cochabamba.

Lione fue el líder de la banda italiana Rhapsody of Fire, con la que interpretó temas que son considerados himnos de este género como Dawn of Victory y Emerald Sword, llegó acompañado por el guitarrista brasileño Kiko Shred. El concierto en Cochabamba está organizado por la productora de eventos “In Metal We Stand” y las estradas están disponibles en JIMMY TATTO y Rock And Roll Faster Food.

La última vez que vimos a Lione fue en 2016, oportunidad en la que anunció su salida de Rhapsody que cuenta con 14 discos de estudios. Lione también trabajó con Angra, Vision Divine, Athena, Ayreon y otras.

Por su parte, Kiko Shred trabajó con varios de los grandes del metal. Grabó discos con Tim Ripper Owens (Judas Priest, Yngwie Malmsteen, Iced earth), Michael Vescera (Loudness, Yngwie Malmsteen, Dr. Sin), Udo Dirkschneider, André Matos, Leather Leone y Blaze Bayley. 

Juntos interpretarán composiciones propias, de Rhapsody of Fire, Kamelot el viernes 17 de febrero en el mARTadero a partir de las 19:00.




Fotos: In Metal We Stand

martes, 14 de febrero de 2023

PREVENTA PARA TIERRA SANTA, BAJO TIERRA Y CHILDREN OF THE BEAST CASI AGOTADA

 

Los organizadores del concierto de TIERRA SANTA, BAJO TIERRA y CHILDREN OF THE BEAST anunciaron en sus rede sociales que la preventa de las entradas para el evento previsto a realizarse en La Paz el 24 de marzo están casi agotadas, quedando tan solo una semana para esta modalidad de compra con descuento.

La Biblia dle Metal publicó: "¡Adquiere tu ticket ahora! Simplemente dale clik al 𝐁𝐎𝐓𝐎𝐍 𝐃𝐄 𝐖𝐇𝐀𝐓𝐒𝐀𝐏𝐏 en el enlace de abajo para tener acceso anticipado. La preventa termina el 𝗗𝗢𝗠𝗜𝗡𝗚𝗢 𝟭𝟵 𝗱𝗲 𝗳𝗲𝗯𝗿𝗲𝗿𝗼 𝗮 𝗹𝗮𝘀 𝟮𝟯:𝟱𝟵 𝗽𝗺. ¡Deseamos ver a todos nuestros seguidores y fans de la cartelera en el show más brillante de marzo!"

La organización puso a disposición de los bangers bolivianos una cuenta de Whatsapp a la que se pude ingresar en: https://wa.me/message/4PDLJCIJ5LHNJ1

El cartel previsto parala presentación a realizars en Teatro 16 de Julio es la siguiente:


𝗛𝗲𝗮𝗱𝗹𝗶𝗻𝗲: Tierra Santa - FB Oficial 🇪🇸 Los legendarios y su gira larinoamericana ❞𝗗𝗲𝘀𝘁𝗶𝗻𝗼❞,
𝘽𝙖𝙣𝙙𝙖 𝙞𝙣𝙫𝙞𝙩𝙖𝙙𝙖:
Children Of The Beast - 🇧🇷 el mejor show sobre 𝙄𝙍𝙊𝙉 𝙈𝘼𝙄𝘿𝙀𝙉 en latinoamérica.
BAJO TIERRA - Presentación de su disco "Suplica por mi Alma".

lunes, 13 de febrero de 2023

ALEJANDRO RIOS SERÁ EL IVITADO DE ARENA ROCK PARA CONVERSAR SOBRE LOS CLIMAX

Hoy a las 18:00 se emitirá el segundo programa de la nueva temporada de ARENA ROCK con la presencia especial de Alejandro Ríos, director de la película documental GUSANO MECÁNICO Y LA HISTORIA DE CLIMAX.

No te pierdas este programa por www.purpuraenlinea.blogspot.com

APP para celular: https://acortar.link/jVbJ3

Los Ovnis de Huanuni: viaje al centro de la mina del rock boliviano (parte I)

A los 68 años, Moisés Rivera está viviendo su segunda juventud roquera. Su pelo cenizo es el único indicador de una edad que, por lo demás, está bien guardada debajo de su indumentaria oscura: jean, polera estampada, chamarra tejida y botines de punta. Forrado de negro, como metalero. Parece algo encorvado, pero sigue siendo un hombre alto y flaco, que camina a su ritmo, ni lento ni apurado. Más andantino que andante. A cualquiera que lo haya visto y escuchado solo unas horas antes, aporreando su batería y cantando “Minero eres tú…” al menos tres veces para un enfebrecido auditorio al noreste de Cochabamba, le costaría creer que sea la misma persona que acaba de llegar manejando hasta el centro de la ciudad. El secreto de su vitalidad ya estaba escrito en el himno de 1974: es un hombre con “pulmón de metal”.

Don Moisés, como lo llaman más por su condición de caballero del rock que por su bien disimulada edad, es una leyenda viva de la música boliviana. O mejor: una leyenda resucitada de la música boliviana. A principios de los años 70 del pasado siglo, fundó, junto con Absalón Zabala, Los Ovnis de Huanuni, una banda de rock psicodélico que, pese a una bien ganada popularidad a mediados de aquella década, hasta hace poco era olímpicamente “ignorada por la narrativa oficial del rock boliviano”. Así lo escribió el crítico musical Javier Rodríguez-Camacho, en un artículo de 2013 que pasa revista a las grabaciones del grupo que fueron “redescubiertas” gracias a su publicación en plataformas digitales.

Su “desaparición” de la historia del rock nacional se debió, justamente, a la dificultad para acceder a los cuatro discos (todos EP) que grabaron a partir de 1974, pero algo, o mucho, también tuvo que ver su origen “pueblerino”, huanuneño, para ser más exactos. No eran ni son unos ovnis más: eran y son Los Ovnis de Huanuni, uno de los principales centros mineros de Bolivia, un “pueblo” del este orureño que, en los años del auge del estaño, podía mover más gente y dinero que la ciudad capital de su departamento. Huanuneños eran Moisés y Absalón, pero también Roberto Montero (su primer cantante), así como Noemí y Sara Zabala, bajista y teclista de la formación histórica del grupo (y, a la sazón, hermanas menores de Absalón).

La vida artística de Los Ovnis de Huanuni transcurrió a la sombra de la escena musical de La Paz, Cochabamba u Oruro.  Y no es que les faltaran oportunidades para tocar fuera de su tierra natal. De hecho, lo hicieron en las principales ciudades de Bolivia y en otros países, como Argentina, Chile, Colombia y Perú. Sin embargo, su área de influencia inmediata eran Huanuni y los centros mineros aledaños, los cuales recorrían en exitosas presentaciones. Sus composiciones llegaron a públicos masivos gracias a la red de radios mineras de la época, acaso el sistema comunicacional más potente de esos años. Sus discos los grabaron en Cochabamba (Lauro) y La Paz (Heriba), sus canciones se escuchaban en gran parte del país, pero su público más fiel era el de sus padres, hermanos y amigos, ese que trabajaba y vivía en las minas altiplánicas a las que dedicaron sus dos mayores himnos, “Minero” y “Gente pobre”.

Esas y otras canciones, como “Mi canto triste”, “Silvia”, “Cosas rústicas”, “Compréndeme” o la aún muy radial “Sé que no vendrás”, fueron invadiendo YouTube a principios de la pasada década, cual genuinos extraterrestres: objetos musicales no identificados salvados de una galaxia sónica extraviada desde los 80, esos años en que sus voces, al igual que los mineros, fueron expulsadas de golpe y porrazo de la historia boliviana. Curiosamente, su recuperación digital coincidió con un nuevo periodo de prosperidad minera, derivado de los altos precios internacionales. Como el estaño, las canciones de Los Ovnis de Huanuni volvieron a cotizar alto en compilados dispersos, salidos de viejos vinilos aguijoneados por la acumulación de años y polvo, que desprendían sonidos próximos al Santana de “Samba pa ti”, al Deep Purple de “Child in time” o, sin ir más lejos, a Los Jaivas de “Todos juntos” y los Wara de “Realidad”.

Fue en esos mismos años que don Moisés comenzó a maquinar seriamente la resurrección definitiva de la banda, que se había disuelto a principios de la década perdida. Absalón había muerto unos años antes, Noemí se había ido a vivir a Cochabamba y Sara a Argentina, así que la tarea no iba a ser sencilla. Sin soltar las baquetas se afirmó también como cantante, un rol que no le era ajeno, pues, tras la partida de Montero, eran él y Absalón los que se intercalaban en la primera voz de Los Ovnis de Huanuni. Con la paciencia del minero que explora una veta hasta dar con la ambicionada materia, comenzó a buscar nuevos músicos y a imaginarse una jubilación menos monacal que la del sesentón promedio. Quería completar la aventura musical que habían interrumpido los años 80 y que lo habían convertido en un minero a tiempo completo. Jubilado de la minería, podía volver a la música.

El proyecto finalmente cuajó a finales de 2022. Más allá de esporádicas “tocadas” durante los años previos en Oruro, donde Moisés vive, el anuncio de conciertos en otras ciudades para los últimos meses del año pasado fue la señal definitiva de que Los Ovnis de Huanuni habían resucitado. Tocaron en El Alto, Sucre y La Paz. Y a principios de 2023 comunicaron que llegarían a Cochabamba el 5 de febrero. Y así lo hicieron, volvieron. Porque Cochabamba no es una ciudad más de las que Los Ovnis visitaron en sus años de esplendor: es la primera ciudad fuera de Huanuni en la que tocaron. La ciudad que sirvió de parteaguas en su carrera.

De esa su “primera vez” en suelo cochabambino quiere hablar don Moisés en esta tarde de febrero. Ya habrá tiempo para comentar el concierto de anoche en el local Valluna. Lo habrá también para rememorar los inicios de la banda en Huanuni. Y también para recapitular sus grabaciones, el dinero que les trajo, la popularidad que conocieron y las diferencias que los separaron. Ahora mismo, la memoria se impone y lo lleva a 1971, a los meses previos al golpe de Estado que llevaría a Banzer al poder.

Aún no habían cumplido la mayoría de edad, pero Moisés y Absalón ya llevaban un tiempo juntos haciendo música. Su banda se llamaba por entonces Red Socks, un nombre que, además de pertenecer al popular equipo de beisbol bostoniano, lo había llevado un grupo “nuevaolero” cochabambino algo más antiguo. (En su libro Rock Boliviano, Marco Basualdo consigna que los Red Socks vallunos se formaron en los primeros años de los 60 y grabaron dos EP, entre 1965 y 1967. A los que no alude ese título es los otros Red Socks, los de Huanuni, como tampoco se acuerda de Los Ovnis en que se convirtieron un tiempo después.)

Don Moisés recuerda la primera formación huanuneña como un cuarteto en el que él era baterista, Montero cantaba, Absalón tocaba la guitarra y Noemí se colgaba el bajo. Ya se los conocía en el centro minero, porque se presentaban para animar fiestas locales. Un día en que no estaban ensayando ni tocando, Moisés y Absalón se hallaban bebiendo en un bar donde se toparon con un militar. “Teníamos problemas con los militares, como habían venido a balear a mi pueblo”, cuenta bajando la voz, como si de un secreto inconfesable se tratara, antes de reconocer que, “mareaditos” como estaban por efecto del alcohol, se armaron de valor para encarar al oficial. “Carajo, a este mierda le sacamos su puta aquí”, recuerda que le dijo a Absalón. “No pueden venir los militares donde estamos tomando. Son enemigos de clase”, le respondió su compañero. Se acercaron al uniformado, lo insultaron y, al percibirlo bravucón, le sacaron “su puta” y algunas cosas más: la escarapela de su kepi y los grados de su uniforme.

La pelea llevó a que la Policía se movilizara para buscarlos. Asustados porque ya los habían identificado, se escondieron y resolvieron escapar. Pero no podían irse solo ellos dos. A los que buscaban eran los cuatro Red Socks, no solo Absalón y Moisés. Una madrugada fueron a recoger sus instrumentos y equipos de la casa de los Zabala y se marcharon hacia Cochabamba. Los llevó en su auto el papá de Montero, quien, tras una parada previa en Oruro, los dejó en una plazuela cochabambina, en la zona de Mayorazgo. “Todo estaba lleno de árboles, choclos, se sentía el olorcito de los eucaliptos: una belleza”, recuerda don Moisés de su primer encuentro con el otrora valle de Kanata. Extraños en el lugar y menores de edad, los chicos no sabían muy bien cómo arreglárselas mientras en Huanuni seguía el revuelo por sus “exabruptos anticastrenses”. Para su suerte, una “típica qhochala”, de pollera y sombrero de copa alta, se acercó curiosa y, en quechua, les preguntó de dónde eran. Como ellos también lo hablaban, no solo le respondieron, sino que le narraron todo su calvario. La mujer se apiadó de los revoltosos y se los llevó a su casa. Los alojó en una sala grande, salvo a Noemí, a quien acomodó en la habitación de sus hijas.

Sin poder hacer mucho más, los cuatro se entregaron a los ensayos. Sus instrumentos y amplificadores les permitían perfeccionar las canciones de otros grupos que por entonces tocaban. Aunque su anfitriona los alimentaba y cuidaba con la incondicionalidad de una madre, cayó en cuenta de que no podían seguir encerrados. Los animó a salir para buscar espacios donde presentarse en vivo. Ella misma les consiguió su primer concierto fuera de Huanuni, en Cochabamba. Paradojas de la historia (de Los Ovnis y de la Bolivia del siglo XX), fue nada menos que en el Círculo Militar del Ejército, en el Prado. La trifulca con un militar los hizo “exiliarse” de Huanuni para comenzar su carrera nacional en un predio militar de Cochabamba. No fue un acontecimiento de la institución armada, eso sí, sino un cumpleaños. “Esa actuación nos abrió las puertas”, revela don Moisés.

A su solvencia para interpretar un repertorio que “hacía bailar a la gente” se sumó la disponibilidad de equipos que los hicieran escuchar como profesionales. El baterista se acuerda de sus amplificadores de esos días con la misma precisión con que años más tarde se familiarizaría con la maquinaria minera. Así como en los 70 cargaba amplificadores Black Hawk y Guyatone, en los 80 aprendió a domesticar perforadoras Atlas y soldadoras Denver. Las invitaciones para tocar se multiplicaron, sobre todo en colegios. Si la memoria no le falla, cree que tuvieron conciertos en los colegios Don Bosco y México de Quillacollo. El grupo comenzaba a ganar popularidad, así que ya no podía seguir siendo Red Socks, un nombre prácticamente maldito en su natal Huanuni tras el incidente con el militar. Un día se consiguieron un diccionario de inglés-español y, al llegar a la “U”, descubrieron una palabra que los deslumbró de buenas a primeras: UFO. La abreviatura de “unidentified flying object” se les hizo pegajosa y también su traducción: OVNI. “Pero no nos podíamos llamar solo Ovni, porque éramos cuatro, teníamos que ser Los Ovnis. Íbamos a ser Los Ovnis de Huanuni”, sentencia don Moisés.

(Fin de la primera parte de este artículo, que continuará la siguiente semana.)

Foto principal: Nycolle Zurita
FUENTE: Santiago Espinoza, La Ramona, Opinión

jueves, 9 de febrero de 2023

La Troje proyectará "El Gusano Mecánico y la Historia de Climax"

 

Cine Escaramuza, el espacio cinematográfico del centro cultural LaTroje, regresa este viernes con el estreno cochabambino del documental “El gusano mecánico y la historia de Climax”, una cinta del cineasta y comunicador visual Alejandro H. Ríos Pérez, que retrata al grupo que cambió el rumbo del rock progresivo en nuestro país. Activa entre 1968 y 1975, la banda grabó un único disco, “Gusano mecánico”, que les permitió alcanzar el estatus icónico que ostentan hasta la actualidad.

La película sigue al trío conformado por José “Pepe” Eguino, Javier Saldías y Álvaro Córdoba, desde sus orígenes, su paso por Estados Unidos, su retorno a Bolivia, la grabación de su disco y EP’s y su separación definitiva en 1974.

A menudo confundido con el grupo cumbiero cochabambino, la documentación sobre la trayectoria de Climax es casi inexistente, por lo que Ríos construyó el filme a partir de entrevistas, afiches, publicidades y unas cuantas fotografías, relató el documentalista a OPINIÓN el año pasado.

“Climax es realmente un grupo de rock, propiamente dicho (…) y ‘El gusano mecánico’ es una obra monumental, es un disco conceptual, una crítica a la sociedad hecha con una maestría musical que debería tener más reconocimiento”, resumió.

lunes, 6 de febrero de 2023

VUELVE ARENA ROCK CON INVITADOS DE LUJO

Vuelve el primer programa de rock difundido por Púrpura en Línea, se trata de una producción que lleva décadas difundiendo la música rock, especialmente la producida en Bolivia y Latinoamérica bajo la dirección del comunicador y músico Ernesto Guevara Quiroz.

La nueva temporada comienza hoy, 6 de febrero, y contará con invitados de lujo como LOS OVNIS de Huanuni (Oruro) que recientemente volvieron a los escenarios y SANGRE HIRVIENDO una banda con mucha actitud de La Paz.

ARENA ROCK comenzó en televisión (Univalle TV) el año 2000, después migró a la radio y se transmitió por Radio Kancha Parlaspa, Radio Onda Verde y Radio CEPJA . En 2014 volvió a la televisión  (Radio Televisión Popular) y desde la creación de PÚRPURA EN LÍNEA en 2015 se emite ON LINE desde Bolivia para el mundo entero por purpuraenlinea.blogspotcom y por aplicación para celular que se puede descargar en: https://acortar.link/jVbJ3D

miércoles, 1 de febrero de 2023

Los míticos Ovnis de Huanuni se presentarán en Cochabamba este 5 de febrero

Los míticos Ovnis de Huanuni regresan a los escenarios del país. Tras un largo receso de los escenarios, la agrupación boliviana inició una gira nacional que llegará el próximo domingo 5 de febrero a Cochabamba. 

El grupo de los 70's aún tiene su público, el domingo se presentará en el local Valluna, junto a otras bandas locales, entre las que destacan Tiquipaya Golden Blues Band, Black Steel y Blues de tierra. 

En su gira nacional han visitado a La Paz y Sucre, con una demostración avasallante de sus fanáticos que amaron bailar en los 70's todos sus éxitos. La iniciativa de volver a los escenarios fue del fundador Moisés Rivera, quien es el baterista del grupo.

Rivera es el único miembro original de la agrupación, la banda añade a otros músicos que desde mediados de diciembre del 2022 vienen trabajando en fechas de próximos conciertos como la "segunda temporada" de la banda.

“Nos hemos caracterizado por interpretar el folk rock, como los Grillos, Luz de América y los Signos. El primer disco que grabamos era un poco más latino, sólo ese”, precisó Moisés, en una declaración que recoge Página Siete. 

Ahora bien, la banda se formó en la década de los 60 y los cantantes de esa época eran adoslecentes. La banda sobrevivió hasta 1.981, cuando se separó. En su trayectoria lograron grabar cuatro discos. 

Entre sus "himnos" resaltan "Minero", "Sé que no vendrás" y "Gente pobre", eran temas que coreaban en los eventos juveniles de aquellos tiempos en Potosí. 

Ahora traen sus temas clásicos, que los dieron a conocer en ese entonces, pero también añaden cuatro nuevos temas que se grabaron en el 2000 y 2008, respectivamente. 

Para Rivera este regreso supone un nuevo reto, porque la mayoría del público son fanáticos que los conocen. Pero también han logrado captar fans nuevos, de nuevas generaciones y eso es algo que anhelan para esta temporada de los Ovnis de Huanuni. 

FUENTE: Willmary Montilla • Bolivia.com