Jorge Sanjinés, el cineasta más importante de Bolivia, recibió la noche de este miércoles El Cóndor de los Andes, la más alta distinción que entrega el Estado Boliviano a sus hijos más importantes. El presidente del Estado, Luis Arce Catacora, fue el encargado de entregar el reconocimiento tras destacar el gran aporte de Sanjinés al reconocimiento del pueblo boliviano, con innumerables producciones como “Ukamau”, “La Nación Clandestina”, “El coraje del pueblo”, entre otros.
“Me siento muy honrado por la muy alta distinción que se me otorga, la misma que me induce a proseguir con tenacidad y alegría el trabajo de hace más de 50 años”, afirmó el maestro en un breve discurso tras recibir la distinción.
Director y guionista de varias películas considerados no solo mejores filmes bolivianos de la historia, sino precursores de una cinematografía política y comprometida, Sanjinés es un referente del séptimo arte a nivel latinoamericano y mundial.
En tanto, el primer mandatario destacó en el homenaje y distinción: “Cerca de estos 200 años de vida de nuestra Bolivia y varios siglos más de resistencia, lucha e insurgencia popular, hoy homenajeamos con la máxima condecoración de nuestro Estado Plurinacional de Bolivia, el Cóndor de los Andes, al maestro Jorge Sanjinés”.
El Jefe de Estado señaló que sin revolución cultural no habrá sostenibilidad ni profundización de las transformaciones políticas en el país porque la revolución cultural es la base fundamental de la transformación políticas y no perderse en las mezquindades individuales.
“Es por este aporte imprescindible al pueblo, al movimiento indígena originario, campesino, a los movimientos populares, a las trabajadoras y trabajadores que estamos hoy acá deteniéndonos para honrar la obra del maestro Jorge Sanjinés”.
Tras la distinción, Arce y el resto de invitados asistieron a la premier de "Los viejos soldados", una de las últimas producciones del maestro.
La distinción será entregada hoy a las 18:00 en la Cinemateca Boliviana en La Paz, a cargo del presidente Luis Arce, en sesión cerrada.
El maestro del cine boliviano Jorge Sanjinés recibirá la máxima distinción cultural a nivel nacional, el Cóndor de los Andes, por su destacada labor y aporte al séptimo arte en el país.
El galardón le será entregado este miércoles a las 18:00 en un acto oficial en la Cinemateca Boliviana, en la ciudad de La Paz. El presidente Luis Arce hará los honores en una sesión “cerrada”, según anunciaron.
La distinción se realizará una hora antes de la premier de la última película de Sanjinés, ‘Los Viejos soldados’, adelantó La Razón.
El director de cine y guionista Jorge Sanjinés Aramayo nación en La Paz el 31 de julio de 1936. Se graduó como director de cine de la Escuela Fílmica de la Universidad de Chile.
Junto con Óscar Soria organizó el grupo Ukamau, con el que propició decenas de producciones que retratan la historia del país.
Tiene innumerables distinciones nacionales e internacionales; Grandes Directores Jóvenes, en Cannes (1967); Flaherty para ‘Ukamau’, en Locarno (1967); Mejor Filme Extranjero del Año, de la Asociación de Críticos Franceses y Timón de Oro para ‘Yawar mallku’ (1969); Concha de Oro, en San Sebastián, para ‘La nación clandestina’ (1990); o Glauber Rocha, en La Habana (1990).
Las producciones más notables son ‘La nación clandestina’, ‘Ukamau’, ‘Insurgentes’, ‘Para recibir el canto de los pájaros’, ‘Los hijos del último jardín’, ‘El coraje del pueblo’, ‘Juana Azurduy, guerrillera de la Patria Grande’ y ‘Las banderas del amanecer’, entre otras.
El Cóndor de los Andes es la más alta distinción del Estado de Bolivia para personalidades locales e internacionales por sus servicios prestados en distintos ámbitos.
ÚLTIMA PRODUCCIÓN
‘Los viejos soldados’, la última producción de Sanjinés, retrata un escenario de desencuentros entre soldados bolivianos y paraguayos, en medio de ‘una guerra que no debió ser’ y diferencias de clase marcadas. El filme se estrenará en cines nacionales este 29 de febrero.
El pasaje de la historia boliviana que Sanjinés eligió para su última producción cinematográfica es la Guerra del Chaco (1932 – 1935), destacado -como suele ser característico en sus contenidos- reflexiones en el ámbito social en cuanto a las clases, la educación y las aspiraciones de las personas de la época; muchas de las cuales persisten hasta hoy.
Se trata de un filme que, fiel a todas las producciones de Sanjinés, destaca el concepto social de la época que retrata.
La Fundación Grupo Ukamau anuncia el estreno de la reciente película del Maestro Jorge Sanjinés Aramayo titulada Los Viejos Soldados, basada en la novela homónima escrita por Sanjinés. La película tuvo su estreno mundial en el 43 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, Cuba,en diciembre de 2022. En el pasado XIII Festival Internacional de Cine de Santa Cruz FENAVID, la película recibió el Premio del Público a la mejor película.
El director es reconocido por las películas Ukamau (Premio Grandes Jóvenes Directores del Festival Internacional de Cine de Cannes, 1966), Yawar Mallku (Premio Timón de Oro en el Festival Internacional de cine de Venecia, 1971), La Nación Clandestina (Gran Premio Concha de Oro en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, 1989), entre otras.
Luego del estreno de Juana Azurduy, Guerrillera de la Patria Grande (2016) e Insurgentes (2012), Jorge Sanjinés vuelve a presentarnos una nueva propuesta histórica. Esta vez relacionada con la Guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia, librado entre el 9 de septiembre de 1932 y el 12 de junio de 1935 por el control del Chaco Boreal. Sin duda un evento trascendental para nuestra historia, en el que Sanjinés se sumerge fiel a su estilo de un cine junto al pueblo.
La película cuenta con destacados actores bolivianos y nuevos talentos de la escena actoral, los cuales tuvieron distintos roles protagónicos, así como apariciones. En los roles protagónicos se encuentran Cristian Mercado, que interpreta a Guillermo, Roberto Choquehuanca que interpreta a Sebastián, Valquiria De La Rocha que interpreta a Benedicta y Mónica Mamani que interpreta a Emilia. También participan actrices y actores como Erika Andia Balcázar, Reynaldo Yujra, Hugo Francisquini, Pablo Fernández, Luis Caballero Barrios, Kike Gorena y Rober Ortiz Gonzales, entre otros.
Los Viejos Soldados es una película que se pudo realizar gracias al Programa de Intervenciones Urbanas (PIU), una iniciativa del Ministerio de Planificación del Desarrollo en el año 2019. El financiamiento permitió que se pueda contratar a un equipo técnico y artístico de más de 70 personas. Al mismo tiempo, se pudo viajar a las localidades donde el guion de la película requería; el Chaco boliviano, lugar en el que se desenvolvió la cruenta Guerra del Chaco, Oruro, Sorata y La Paz, entre otras localidades en las que se rodó. el golpe del 2019 y la pandemia interrumpieron el rodaje y encarecierón su producción demorando varios meses su estreno comercial
La música original fue realizada por el compositor boliviano Cergio Prudencio, quien en 2023 ganó el Premio Platino a Mejor Música Original por la película Utama. La etapa de postproducción de imagen se realizó en Bolivia y la postproducción de sonido, en Buenos Aires.
SINOPSIS
En medio de la Guerra del Chaco, Guillermo, un joven burgués, salva de morir a Sebastián, un campesino aymara. Con el tiempo, forjan una amistad. Guillermo se rebela contra su coronel por un comportamiento racista, es juzgado y condenado a la pena de muerte. Guillermo es ayudado a escapar y Sebastián lo acompaña en la huida en medio del Chaco boliviano. Durante el escape, se enfrentarán a las más duras condiciones del lugar, casi llegando a morir por falta de agua. Al llegar a una población, se separan yéndose por caminos opuestos y prometen volver a encontrarse.
Los Viejos Soldados trata del desencuentro en nuestra sociedad boliviana. Desencuentro entre la ciudad y el mundo rural; desencuentro entre habitantes originarios y descendientes blancos y mestizos de los invasores españoles del siglo XVI; desencuentro de culturas, de cosmovisiones, de modos y maneras de ver la Naturaleza, de componer la sociedad. Unos al modo occidental, los otros a su manera ancestral, unos priorizando el yo, otros pensándose primero nosotros, después yo.
Creemos que es el desafío máximo que enfrenta hoy la sociedad boliviana. Si ese desencuentro no se resuelve, podría generar un enfrentamiento feroz. Por eso es importante comprender ese desencuentro, escarbar en su origen, en su equívoco, en su peligro.
La película que realizamos intenta generar una honda reflexión sobre ese fenómeno pernicioso que tiene profundas raíces, tal vez tan inmensas que no sea posible desentrañarlas y contenerlas, pero es ineludible intentar sembrar luces, convocar a la fantasía y al amor para resolver ese peligro que acecha si no se lo encara.
Una muestra de 20 obras de labrado y repujado en metal sobre los diablos del Carnaval, del artista plástico Juan Sánchez Guzmán, se presentará hoy en el Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Musef) en la ciudad de Sucre, como un homenaje al maestro Tata Roberto Sahonero y a la Diablada Los Masis, en su 30 aniversario.
“Presentamos ‘Expo Diablos’ para celebrar y recordar el aporte tan extraordinario de uno de los artistas más reconocidos en el departamento de Chuquisaca, el maestro Roberto Sahonero”, destacó el coordinador del Musef Sucre, Veimar Soto.
Roberto Sahonero, orureño de nacimiento, desarrolló la mayor parte de su trabajo por la cultura boliviana en Sucre, con el Centro Cultural Los Masis.
El Tata Sahonero fue uno de los gestores de la entrada de la Virgen de Guadalupe.
La exposición “Expo Diablos” incluye 20 trabajos de repujado en metal sobre la diablada del maestro Sánchez Guzmán, Jusan.
HISTORIA
“La Diablada de Los Masis se fundó en 1994 y uno de los gestores fue el maestro Jusan, quien se inspiró y creó los diablos repujados en metal”, destacó Roby Sahonero, coordinador del Centro Cultural.
Si bien la música puede ser altamente influyente en la
construcción de la identidad de cualquier grupo social, nación o país, son
pocas las canciones que pueden funcionar como bandera. Cada ciudad tiene sus
himnos, los cívicos y los populares, cargados de melodías sentidas y letras que
retratan las virtudes de su gente o la región a la que representan. Así, “Oh
Cochabamba Querida” de Jaime del Río o “Collita” de Fernando Román Saavedra,
son canciones que en la tertulia popular se consideran “segundos” himnos de
Cochabamba y La Paz respectivamente. Lo mismo pasa con “Potosino Soy” de
Humberto Iporre Salinas o “Viva Santa Cruz” de Gilberto Rojas para Potosí y
Santa Cruz, y podríamos seguir enlistando miles de canciones que ayudan a
construir identidad a ciudades, regiones o grupos sociales en entornos
culturales, educativos, deportivos, etc.
Bolivia tiene su denominado “segundo himno” y sin lugar a
dudas todos coincidimos en que se trata de “Viva mi Patria Bolivia” de Apolinar
Camacho, que es capaz de mover todas nuestras células cuando se escucha en su
versión más popular interpretada en ocasión de sesquicentenario de la
independencia de Bolivia con participación de un precioso abanico de músicos
como Luis Rico, Ernesto Cavour, Pepe
Murillo, Orlando Rojas, José Zapata, Delfín
Marañón yVíctor H. Leaño. Esa versión,
que se editó en 1975, incluía una grabación de la hinchada boliviana coreando el
masivo grito: ¡BO BO BO, LI LI LI, VIA VIA VIA, VIVA BOLIVIA, TODA LA VIDA!. Esta
barra popular ya se había escuchado en 1963 cuando la selección boliviana de
fútbol ganó la Copa América despertando el orgullo nacional. Esa grabación de
1975 volvió a popularizarse durante las eliminatorias de la Copa del Mundo de
1994, cuando las radioemisoras y canales de televisión la reproducían tras cada
gol de Bolivia, y vaya que fueron muchos goles los coreados en 1993, año de alta
felicidad.
Por entonces, un joven choquito orureño modelo 1969,
cochalizado a fuerza del inevitable amor que despierta la capital gastronómica
de Bolivia, vivía su primera gran etapa musical con el grupo EZ, que fue
reconocido en ese año como grupo revelación, y comenzaba a trazar un
impresionante paneo musical que lo llevó a fundar el grupo Waliki para el que
escribió, junto a Carlos Urquidi, otro “segundo himno” para nuestro país. Se
trata del tinku “Llajtita”, más conocido como “Esta es mi Bolivia” por su
poderoso coro que abriga a toda la patria en 4 minutos y medio. No cabe duda
que si una canción es coreada por más 350 mil personas en el Carnaval de Oruro
o cantada en casi todas las escuelas del país, se trata de una canción que se
eleva a la talla de himno popular, porque al margen de su rica estética sonora,
su letra funciona como un espejo social que refleja el país que somos y aquel
que esperamos ser, íntegro en su alta diversidad.
Para alcanzar este logro, nuestro querido “Choco” protagonizó
una interesante carrera musical desempeñando toda suerte de roles como músico y
experimentó en diversidad de géneros musicales desde 1985 formando parte de las
bandas “Brigada Rock”, “Lady” y “Krams”, en las que desempeño roles de bajista
y baterista. En los 90s formó parte de EZ, Magia Blanca, Sacrilegio, Latin Fire
(Australia), Sud, In Vitro, Jade y Kontra Ruta. Tras la entrevista realizada en
el programa Arena Rock de Púrpura en Línea, difundida en días pasados,
muchísimas personas revivieron los gratos recuerdos tras la publicación, en
redes sociales, de fotos del disco de vinilo de EZ editado en 1992, mismo que
incluía el súper éxito “Extrañándote”. Los comentarios de los internautas dejan
un rastro de nostalgia, respeto y admiración al trabajo del grupo cochabambino
que estaba conformado por William Castillo en guitarra, Daniel Quiroga en los
teclados y voz, y Christian Rodriguez en la batería. Este disco fue realizado
en Mega Savia Andina Records con Alcides Mejía como ingeniero. Este hecho
ocasionó algo inusual en la historia del rock boliviano y es que EZ giraba por
todo el país abriendo a Savia Andina, reconocidísimo grupo de folklore boliviano.
Esto le permitió a Christian acercarse al folklore, razón por la que en el
nuevo siglo sus experiencias musicales fueron más allá del rock formando parte
del line up de Vicente Valenzuela, Tupay, H3O, Fakto, Jade, Enriqueta Ulloa y
Zulma Yugar.
Hacia 2004, el “Choco” forma Waliki desempeñándose como
productor y director musical, además de asumir el rol de bajista y compositor. Sin
embargo, al margen de encarar este proyecto musical continuó explorando las
diversas estéticas de la música boliviana trabajando con los grupos Mayu, La
Yapa,Bochorno Blues Band, la Capella de
la Orquesta Filarmónica de Cochabamba, Atajo, Motor Hele, Super Pato, Analía
Abat, El Che, Adagio y la Banda Espectacular Poopó de Oruro.
Alrededor de 25 producciones discográficas registran el
aporte musical de Christian Rodriguez quien además de desempeñarse como músico,
ha llevado en paralelo una notable actividad en el séptimo arte, actuando en
cortometrajes y películas bolivianas, cuando no en una veintena de videoclips
para diversos grupos musicales. El “Choco” es a la vez un incansable gestor
cultural por lo que se ha ganado el cariño de sus colegas y del público
boliviano.
Esta historia, que de por si ya es bastante rica en
aporte al acervo boliviano, se sigue escribiendo pues Waliki ha llevado a otra
dimensión la puesta en escena y producción musical en el país, lo que de sin
lugar a dudas promete una carrera que seguirá escribiendo más páginas de la
historia de la música boliviana. Como se advierte esta carrera musical rica en
diversidad ha sido un ejercicio de integración fiel al discurso que propone su
más preciosa composición titulada “Llajtita”.
Este himno de integración ha vuelto a cobrar actualidad
tras una nueva grabación en la que Waliki, conformado por Carlos Urquidi y
Christian Rodríguez, logra unir el talento de un importante pedazo de la
histria viva musical del país para lograr una versión que cuenta con la participación
de Fabio Zambrana (Azul
Azul), Paola y Wally Zeballos (PK2), Guisela Santa Cruz, Llajtaymanta, Zon y
Helen Fuentes en las voces, acompañados por los excelentes músicos: Glen Vargas
(Track), Ramiro Vásquez (Chris Higbee EEUU y Aviónica), Bruno Bilbao (PK2),
Ariel Villazón (Proyección), Heydy Flores, Huáscar Ballón (El Che), Armin
Villca, Sergio Ferrufino (Philharmonische Orchester der Hansestadt Lübeck) y Maher.
A los 14 años, como en una película, un muy jovencito
“Choquito” descubrió en la casa de la abuela en Oruro una guitarra que había
estado semi escondida en un ropero esperando el momento de su encuentro,
momento en que nació el músico que puede en un paneo de EZ hacia Waliki mostrar
la riqueza de la música boliviana.
Este es nuestro “Choco”, tropical y andino, de bronce y
copajira.