Después de 4 meses
de intenso trabajo se ha logrado consolidar el grupo Taki Onqoy, un proyecto
que resulta del encuentro entre raperos de experiencia y nuevos talentos que
surgen, junto a músicos consagrados (charango, bajo y bases). Su primer concierto
será el domingo 7 de junio, una experiencia itinerante para que diferentes
públicos puedan escucharlos, desde Montecillos hasta Cochabamba.
Taki Onqoy es un
grupo de hip hop nacido en Montecillos, Tiquipaya. Como dice Mnuel Estrada,
productor y profesor de música que les viene acompañado en los últimos 4 meses,
una colisión entre campo y ciudad, entre la música nacional y los beats más potentes, entre la alegría de
la fiesta y la rabia ante la violencia, entre lo que ya escuchamos y lo que no
nos imaginábamos podíamos escuchar”.
El tejido de voces
y estilos de los 9 MC (Revo T.45, Paer, BUzz, Kanto a la Resistencia, PSK,
Chocapix y Calaveras) se mezclan los charangos, zampoñas y tarkas de Ciudad
Satelite, así como también los bronces de una morenada libertaria. La lirica
viaja ida y vuelta entre el quechua y el castellano (bien cochalo) relatando y
describiendo aspectos de la vida en Tiquipaya y Cochabamba desde la vivencia
hip hop.
La propuesta es
descolonizar, re-crear, hibridar, romper y volver a armar lo que hasta hoy
conocemos por el hip hop cochabambino. La ruptura se escucha en todo el
repertorio de estas primeras cinco composiciones que se presentan el domingo 7
de junio en concierto rodante desde Montecillo (10am), Tikipaya (12am) hasta el
parque Washington en Cochabamba (15pm).
El concierto es la
presentación del primer disco del colectivo, en el que sus 5 primeros temas
resuenan con furor.
Gracias a la
financiación de COSUDE, el proyecto, nos explica el productor, tiene la
intención de consolidar el trabajo de creación de cultura hip hop en quechua con
un grupo de jóvenes de la comunidad, para así motivar el desarrollo de
proyectos artísticos- musicales entre
los y las jóvenes de las áreas rurales quechuas como forma de expresión y generar
una alternativa al pandillerismo.
Además, permite fortalecer la identidad quechua de los jóvenes desde
su visión y posicionamiento ante la realidad, a través de su creatividad.
¿Por qué Taki Onqoy?
Frente a esta dramática situación, entre 1560-1570 surgió la primera reacción indígena organizada, que se manifestó en un movimiento nativista de
carácter religioso, denominado Taki Onqoy (enfermedad del baile). Dicho
movimiento se originó en la región comprendida por las actuales regiones de
Ayacucho y Apurimac, en ella los líderes predicaban a sus afligidos seguidores
el abandono de los dioses cristianos y todas las costumbres españolas, como la
única solución a sus desgracias y padecimientos. Sencillamente, por que las
enfermedades y muertes, decían, eran un castigo de las antiguas y olvidadas
divinidades andinas -llamadas huacas- por haber sido abandonadas y reemplazadas
por el dios de los cristianos. Entonces, había que regresar a formas de vida
anteriores a la llegada de los españoles, había que “retornar a las huacas”.
Lastimosamente, el primer movimiento de resistencia
pacífica contra la opresión colonial, no tuvo el éxito deseado por sus líderes
(un indio llamado Juan Chocne y sus acompañantes denominadas virgen María y
María Magdalena) y fue violentamente reprimido por las autoridades
eclesiásticas, en la primera campaña de las tristemente célebres “extirpaciones de idolatrías”. Al finalizar la misma, el
juez visitador de idolatrías Cristóbal de Albornoz, enorgulleciéndose de su
labor manifestaba haber procesado a “8,000 taquiongos.
No obstante su fatal desenlace, este movimiento había
demostrado no solo la desesperada situación de la población indígena frente a
la brutal explotación colonial, sino también que, para la mayoría de ellos,
casi 30 años después de la conquista, los incas seguían siendo tan explotadores
y tiranos como los españoles. Por ello buscaron “retornar a las huacas”, que
eran las divinidades anteriores a la expansión de los incas, cuyo dios más
importante fue el sol.